Garry Kaspárov se convirtió en en el campeón mundial de ajedrez más joven con apenas 22 años y ostentó en el título desde 1985 hasta el 2000.
Le preguntamos si todavía recordaba el Memorial Sokolski, el torneo de 1978 que marcaría su futuro, a lo que respondió: “Claro, hace 41 años que gané mi primer torneo profesional y son esas cosas que te ocurren a los 16 o 17 años los que te definen, es un momento que cambió mi vida”.
Kaspárov es además recordado por sus míticos enfrentamientos contra Deep Blue, la computadora desarrollada por IBM que fue la primera en vencer a un campeón mundial de ajedrez bajo las reglas de torneo regular, lo que marcó la ruptura de un hito entre el hombre y la máquina.
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Desde entonces el ruso nacionalizado croata en 2014 ha estado muy relacionado con el desarrollo de Inteligencia Artificial y más recientemente con ciberseguridad. Momentos antes de su conferencia magistral en Talent Land conversó con la prensa: “El tema central del que vengo a hablar, es que debe quedarnos claro que la tecnología no es ni buena ni mala, es una gran herramienta, es decir hoy como nunca tenemos el acceso al mundo al alcance de nuestras manos, pero eso lleva un costo que no podemos obviar, nuestra privacidad”.
“Nunca se produjeron tantos datos como hoy, y en ese sentido evidentemente son un blanco para las grandes potencias. En el llamado 'mundo libre' no se ha prestado la atención debida a ello. Tal vez en países como México el manejo de estos datos pareciera no tener este impacto, pero si se piensa en escalas como Rusia o China, el panorama es distinto. Entonces, ¿debemos mantenernos al margen de los avances tecnológicos que generan esa información sensible? Desde luego que no, debemos seguir exigiéndole a las grandes compañías que garanticen la seguridad de nuestra información, pero debemos reconocer, de nuevo, que no es la tecnología la que está mal, sino el uso que las personas pueden hacer de ella”.
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Kaspárov, Gran Maestro del Ajedrez, dictó su conferencia magistral en Talent Land ante un escenario abarrotado.
“Como saben yo vengo de Rusia, el país de la nieve y el vodka, y es agradable estar aquí, la tierra del sol y el tequila”, bromeó en su presentación. Pese a reconocer los riesgos que conlleva el desarrollo de estas tecnologías, Kaspárov dejó una sensación de optimismo con respecto a los grandes retos que conlleva convivir con ellas y la forma en que la humanidad ha de encararlos.
