El ex titular de la DEA en México, Larry Holifield, asegura que la política de “abrazos, no balazos” no funcionará en el combate contra el narcotráfico y advierte que rumbo a las elecciones de 2024 son los políticos, los únicos que podrán evitar que el dinero mal habido entre a sus campañas, “deben de recordar a cuántos de ellos han matado”.
Fue contemporáneo a Genaro García Luna, secretario de seguridad a nivel nacional, de quien lamenta lo que ocurrió y perfila sus críticas a la corrupción, a los políticos que ceden ante ella y el papel que juega el narco hoy.
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Larry Holifield, quien inició este siglo al frente de la agencia antidrogas estadounidense, destaca que los periodistas en México que publican noticias reales sobre el narcotráfico, “los que tienen valor y la honestidad de hacer reportajes de cosas que han averiguado contra los narcos, son unos héroes”.
Dijo que hay mucha gente en el mundo que no saben el peligro que enfrentan los periodistas, especialmente en México”, más cuando esa corrupción está coligada a los políticos.
En ese sentido, comentó que los asesinatos de los periodistas en México terminarán cuando acabe la impunidad y se detenga no sólo a los autores materiales, sino también a quienes están detrás de esa conspiración.
Por otro lado y con rumbo a las elecciones del 2024, dijo que el que no se involucre dinero del narcotráfico en las campañas, sólo podrán evitarlo los propios políticos, que deben de estar conscientes cuántos de ellos han matado.
“Eso va a ser muy difícil, porque tienen mucho dinero y quieren amistades de los políticos; lo mejor es que los políticos que quieren un puesto, no acepten dinero que no saben de dónde viene y si saben de dónde viene tienen que saber si aceptaron el dinero de los narcos, están en la bolsa de los narcos y nunca pueden salir, cuántos políticos han matado los narcos en México, hay que pensar en eso antes que pensar en esa corrupción”.
En diálogo con integrantes del Consejo Cívico Ciudadano Jalisco, Ciudadanos por Más y Misión Rescate México, el ex jefe de la DEA en México insistió en que para cambiar el actual escenario se debe de devolver todo el respeto a la policía y de paso el apoyo de los políticos a los uniformados, para que cambie la percepción ciudadana en torno a quienes están encargados de cuidarlos.
Negó durante el diálogo a distancia que vaya a funcionar la política de “abrazos, no balazos” y sostuvo, por otro lado, que se deberá de atacar la inseguridad en dos frentes: El respeto a las fuerzas policiales y el combate a las adicciones, ya que mientras exista quien consuma drogas existirá quien trafique con ellas.
El ex jefe de la DEA sostuvo que tanto en el caso del general Cienfuegos -ahora libre- como el de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad, si se emitió una orden de captura, fue porque existen suficientes elementos en Estados Unidos.