'La noche de la iguana', la película que transformó a Puerto Vallarta en un destino turístico

"La noche de la iguana" fue un parteaguas del antes y después de Puerto Vallarta

Tanya García / El Occidental

  · lunes 30 de septiembre de 2024

En las décadas posteriores a la filmación de esta película, Puerto Vallarta creció en cuanto infraestructura y servicios públicos. Foto. Gobierno de Guadalajara, 'La noche de la iguana'.

En el primer semestre de este 2024, Puerto Vallarta registró tres millones 758 mil 900 visitantes, ¿la razón? Sus hermosas playas, su oferta hotelera, la variedad de actividades turísticas y su accesibilidad para llegar en autobús, vehículo o avión, sin embargo, no siempre fue así.

En 1963, Puerto Vallarta no figuraba en el mapa como un destino turístico ni era popular por sus playas como sí lo era en ese entonces Acapulco. Pocos saben que el boom de Puerto Vallarta se dio gracias a la película "La noche de la iguana" filmada a cargo del aclamado director estadounidense John Huston en 1963, en Mismaloya, un pueblo pesquero con playa ubicado al sur de Puerto Vallarta.

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Los cerca de 120 integrantes del rodaje, incluyendo grandes celebridades como Richard Burton, Sue Lyon, Ava Gardner y Deborah Kerr se enfrentaron a un pueblito que era todo menos turístico, la falta de caminos volvía complicado el acceso a ciertas locaciones y había que estar al pendiente de escorpiones e iguanas que abundaban en la zona.

De acuerdo con los habitantes y las notas periodísticas que surgieron en torno a esta grabación, se sabe que las primeras escenas se filmaron en la iglesia San Francisco Javier, en Tepotzotlán México, posteriormente, el equipo de grabación y los actores se trasladaron a Mismaloya, un lugar que el cineasta John Huston describió como "el paraíso escondido del Pacífico".

Como dato curioso, el único acceso a las playas de Mismaloya era por vía marítima por lo que el productor tenía que hacer constantes viajes en barca para llevar alimento a todo el equipo de producción.

Al ser una película filmada en tierras mexicanas, la producción no desaprovechó la oportunidad de incluir en su equipo a talentos nacionales como Gabriel Figueroa en la fotografía y a Emilio el "Indio Fernández".

Un paraíso para los turistas

A poco más de seis décadas, este suceso forma parte de la memoria colectiva de la comunidad. Hayan visto o no la película, los habitantes de Mismaloya y de zonas aledañas cuentan esta historia con lujo de detalle a extranjeros y visitantes, pues la película de "La noche de la iguana" fue un parteaguas del antes y después de Puerto Vallarta. Este hecho histórico sigue impactando en la ciudad, y por eso es común encontrar en la oferta cultural festivales y muestras de cine.

En el libro "Puerto Vallarta de Película. Cine, imaginario urbano y desarrollo local", Marco Antonio Corté explica que la manera en que se proyectó Puerto Vallarta en la pantalla grande contribuyó a que se desarrollara como el atractivo de talla internacional que es ahora. La imagen de un pueblo playero tranquilo y la sensación de que el tiempo no pasaba fue lo que cautivo a personas de distintas partes del mundo, incluyendo a empresarios que vieron el potencial de esta región costera y en 1970 impulsaron el turismo y el tráfico aéreo.

En las décadas posteriores a la filmación de esta película, Puerto Vallarta creció en cuanto infraestructura y servicios públicos en proporción a la demanda de los turistas.

La manera en que se proyectó Puerto Vallarta en la pantalla grande contribuyó a que se desarrollara como el atractivo de talla internacional que es ahora. Foto. Jalisco es México / Facebook

En la mira de todos

Tener a celebridades internacionales en tierras jaliscienses provocó que la prensa volcará su atención en Puerto Vallarta, alimentando la curiosidad de la gente con notas sobre el romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton.

Durante la grabación, la pareja vivió su romance en Casa Kimberly, un hotel que ha cobrado popularidad entre los visitantes que buscan pasar unas vacaciones románticas.

Según la periodista cinematográfica Pilar del Razo, tras el estreno de la película, espectadores de todo el mundo se sintieron atraídos por las playas y paisajes que mostraba, lo que impulsó significativamente el turismo en esa zona del Pacífico.

Pilar también señala que este fenómeno es comparable al impacto que Nueva York tiene en el imaginario colectivo; muchas personas que nunca han visitado la ciudad están familiarizadas con su vida urbana y cultura gracias al cine, lo que alimenta el deseo de conocerla algún día.

Es cierto que muchas personas desean visitar los lugares donde sus estrellas de cine favoritas han filmado. Esta atracción no solo se debe al deseo de conocer esos escenarios icónicos, sino también a la conexión emocional que generan las películas. Al visitar estos lugares, los fans buscan revivir momentos de sus películas preferidas y sentirse parte de la historia. Esto, a su vez, puede impulsar el turismo y revitalizar economías locales.

De qué trata esta película

Tras ser separado de su cargo como pastor por acusaciones de pederastia, Shannon es internado en una clínica psiquiátrica y después viaja a Puerto Vallarta, Jalisco con la finalidad de reivindicar su vida y hasta cierto punto evadir su realidad.

Ya instalado en territorio jalisciense, Shannon trabaja como guía turístico de un grupo de mujeres texanas, en su mayoría maestras, a quien un día se les une la joven Charlotte (Sue Lyon), quien tiene intenciones de seducir al pastor.

Tras algunos encuentros con la joven, el problema escala y Shannon es despedido. Desesperado, conduce el autobús turístico de la compañía, lleno de señoras puritanas, a la posada de su amiga Maxine (Ava Gardner), donde conoce a Hannah (Deborah Kerr), una pintora de rígida moral que vacaciona con su abuelo.

Nuestro protagonista se verá envuelto en una lucha interna donde sus deseos se oponen a lo que debe ser un hombre de iglesia. Y sus tentaciones pecaminosas lo apartan de la pureza de espíritu.

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