La cultura está cada vez más marcada por la muerte y se manifiesta en muchos signos como el aborto, los desaparecidos, el tráfico de órganos o la explotación de las mujeres en la prostitución.
Por ello, es crucial empezar a trabajar a favor de la vida, señaló el Arzobispo de Guadalajara, cardenal José Francisco Robles Ortega.
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Durante la homilía, en la misa en Catedral del domingo a mediodía, el cardenal recalcó la importancia por reavivar el compromiso de trabajar en favor de la vida, ya que la muerte no solo se ha apoderado de la cultura actual a través de diversas manifestaciones, más allá de la forma violenta que se experimenta a diario, sino al no reconocer la dignidad de las personas, especialmente de ancianos, enfermos o quienes no tienen posibilidades o recursos.
"Lo mismo decimos del aborto, lo mismo decimos de los desaparecidos, lo mismo decimos del tráfico de órganos, lo mismo decimos de la explotación de mujeres en la prostitución. Muchos signos a nuestro alrededor que hablan de que la muerte se está apoderando de nuestra cultura, de nuestra manera de pensar, y de nuestra manera de actuar".
Llamó a no contribuir a esto con los gestos, la actitud, el comportamiento o la manera de vivir en general, como se ha hecho por otro lado también al enfermar al planeta.
Pugnó por entrarle a mejorar el criterio y los principios a fin de no producir más muerte.
"Nos hemos como empeñado en que nuestra casa, el planeta, muera. Muera en sus aguas porque las contaminamos, muera en sus vientos porque también los contaminamos, muera en la explotación de muchos elementos de nuestra casa, y el mundo, la casa, está muriendo, está enferma. La casa que habitamos está muy enferma, y la hemos enfermado todos. Todos contribuimos para que nuestra tierra se enferme y muera. Hagamos una opción por la vida", añadió.