La lucha ciudadana por frenar una obra de la que están convencidos de que en nada les ayudará en el futuro y se hace para beneficiar a desarrollos habitacionales no va a detenerse y aún con las vallas colocadas por las autoridades no será un obstáculo para que su voz siga con la denuncia de lo que consideran será un foco de contaminación.

La presidenta del Colectivo Unidos por Jardines de La Paz, Gabriela Cervantes, quien desde el 2017 inició con esta batalla no deja pasar día alguno para llegar hasta el Parque San Rafael y sostener su lucha, sin importar si llueve, si hace frío, si los rayos del sol son candentes, ahí está, a pesar de los operativos policiales para crearles miedo.

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No es la primera vez no será la última en la que tenga que estar rodeada de policías que impidan realizar sus manifestaciones o espante a sus compañeros y que las obras que se construyen ese lugar no es otra cosa que el “vaso regulador cerrado y lo único que va a generar son gases por los residuos que se van a acumular por más de seis meses, hasta que llega el siguiente temporal de lluvia que es cuando se limpia” por lo que en nada es un depósito pluvial tal como lo dicen las autoridades.

Y así sin poder hacer nada para detener la entrada y salida de maquinaria o camiones, ellos rodean las entradas para ver cómo se desarrollan los trabajos custodiados ya hasta por elementos de las Fuerzas Armadas Mexicanas, mientras tanto sus calles están cerradas, se incrementó la inseguridad, les falta agua, la basura tiene una menor frecuencia de paso y se saturan las calles.

Recordó que el pasado 27 de junio obtuvieron de un juez una suspensión para detener las obras municipales en el Parque San Rafael y evitar que se talaran más de 700 árboles de la zona, documento que parece no fue acatada por las autoridades, ya que “se hicieron presentes como si fueran delincuentes porque en la madrugada del 28 llegaron en camionetas con más de 100 elementos de policías municipales, del estado, nos cerraron la calle y comenzaron a meter máquinas” para continuar con la obra del colector pluvial que ha estado detenida desde el 2017 porque no cumple con los requisitos.

Aseguró que el agua limpia que surge del acuífero lo sacan con mangueras para llevarlo al colector u de ahí se va directo al drenaje y cómo vecinos dicen que no tiene sentido ya que esas varas serán para beneficiar a un desarrollo habitacional ya que le generarían toda la infraestructura hidráulica para abastecerlos de agua y sacar las residuales.

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Toda esta situación en la que combaten desde hace más de cuatro años enfrentándose a todo el aparato gubernamental el cual a toda costa busca concluir esa obra que está debajo de lo que en el futuro serían unas canchas deportivas.