Con más de 70 años de historia y sinfín de manos que han creado incontables artesanías que han dado cuenta de la creatividad, trabajo y empeño que se le ha metido a cada producto existente, la Feria del Cartón y del Juguete que se erige en el Parque Morelos como una tradición que está lejos de desaparecer.
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Cada que se acerca la temporada del Día de Muertos para los jaliscienses se vuelve visita obligada esta feria que para el deleite de todos se reviste de aromas, colores y sabores por los artículos que ofrecen a sus visitantes. Una breve mirada hacia el pasado y se constata que esta feria que alberga como a 300 comerciantes.
Forjó un oficio
Enrique Catedral Manzano es el comerciante más antiguo de la feria. Con 50 años de trayectoria recuerda que cuando llegó al Parque Morelos en ese entonces había más árboles. Comenzó a vender juguetitos de madera y muñequitas de trapo o de garra.
“Yo hago casi todas mis artesanías, empezamos a hacer las catrinas de papel maché”. Nacido en Tlaquepaque y como único sustento de su familia, sus pininos en la artesanía los dio haciendo cazuelitas que vendía de pueblo en pueblo. "Tratamos de meter nuevos productos, pero luego también los tiempos no dan", citó.
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