A lo largo de los últimos años Jalisco ha mantenido su liderazgo como capital joyera del país, pues siete de cada diez joyas que se venden en México fueron hechas en Jalisco donde además hay una cantidad considerable de talleres dedicados a las hechuras especiales y sobre todo a la reparación.
Y es que una joya, además de su valor monetario, muchas veces tiene valor sentimental y es el que más pesa entre quienes se dedican a la reparación o mantenimiento de las piezas como Eladio Gutiérrez Sánchez, propietario desde hace 25 años de un taller de reparaciones y hechuras especiales, donde ha recibido desde anillos o cadenitas dañadas, hasta joyas finas de millones de pesos.
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El hombre tiene miles de historias por contar pues en su taller reparó joyas de personalidades de la farándula y de la política, pero un cuarto de siglo no hace la diferencia y sigue sintiendo nervios como en los primeros días de trabajo cuando una pieza llega a sus manos para reparación y luego de horas de trabajo, recibe el agradecimiento de sus clientes.
“Se sienten muchos nervios por el valor económico, pero sobre todo por el valor estimativo; es el que más nos da nervios, es un sentimiento encontrado que da nervios, pero a la vez mucho gusto que confían en mí por poder reparar o hacer una pieza de esa magnitud”.
Recuerda haber reparado una gargantilla de la esposa de un político que estaba valuada en 3.5 millones de pesos y como ya no le quedaba requería unas extensiones en oro blanco, zafiros y brillantes para que fuera idéntica a la original.
Tuvo también entre sus manos el micrófono para hacerle incrustaciones de piedras de un cantante de talla internacional que ha visitado la ciudad y aunque “es muy raro que una personalidad te lleve la pieza”, al ser de alguien famoso la presión de que quede tal como la pidieron aumenta.
¿Cómo comenzó el gusto por la reparación de joyas?
A diferencia de la mayoría de las personas que están en el negocio joyero, Eladio Gutiérrez comenzó como empleado de un taller y ahí
le tomó gusto a la reparación de joyas.
En su familia no había alguien dedicándose a ese oficio, pero sus hijos adoptaron el mismo gusto y han aprendido en su taller ubicado en el Centro Joyero República, donde hay casi una veintena de talleres de reparación de los casi 50 distribuidos en toda la ciudad.
“Todas las joyas tienen reparación, tienen su mantenimiento y para eso existimos pues hay talleres que se dedican a la fabricación y talleres que se dedican a cuidar las joyas que ya han sido usadas y pudieron tener un desperfecto”, explicó el hombre, orgulloso del trabajo que realiza.
Una joya siempre será un buen regalo
A decir de Álvaro Azpeitia Covarrubias, presidente de la Cámara de Joyería de Jalisco, las joyas son el mejor regalo y por eso el sector ha crecido y está prácticamente recuperado después de la pandemia.
“Hay que ver en la joyería una inversión y saber que siempre está en los momentos más importantes y de acuerdo a los materiales con los que los elaboran, como el oro y la plata, la joyería sigue aumentando de valor a través del tiempo y a su vez puede ser una pieza que se puede heredar, que se puede reparar y siempre va a ser una buena opción de regalo para un ser querido”.