/ lunes 9 de mayo de 2022

Juntos Crecemos | Conoce la historia de Marisa Lazo, empresaria apasionada de la pastelería

La tapatía jamás imaginó que de vender pasteles a familiares y amigos pasaría a tener un centenar de pastelerías, que generan mil 200 empleos

Sororidad, es lo que se respira al charlar con Marisa Lazo Corvera, la empresaria tapatía que hace tres décadas vendió su primer pay de pera y ahora cuenta con casi un centenar de pastelerías.

Marisa, que es madre y abuela, recuerda sus inicios en la cochera de su casa, vendiéndole a familiares y amigos sus pasteles y agradece a la vida por el crecimiento alcanzado, para el que tuvo que trabajar y enfrentar señalamientos por dejar a sus hijas pequeñas, en ese tiempo de uno y dos años.


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“Estamos luchando contra siglos de una cultura y de una costumbre y me he dado cuenta que aunque leamos, trabajemos y nos rodeemos de gente que piensa y gente abierta que piensa que las mujeres tenemos que estar en la empresa, en el periodismo, que tenemos que hablar, no deja de haber algo dentro de nosotras que viene milenariamente atrás, que es cultural y traemos siempre ese gusanito que no tienen los hombres, de sentirnos a veces un poco culpables porque dejamos a los hijos”.

Reconoce que fue complicado, pero a sus hijas no les faltó nada y ahora son también empresarias, una de ellas colaborando directamente en Marisa y Tía Lola, su otra marca de pasteles de menor costo que recientemente lanzó al mercado, y la otra, a cargo de Dolce Natura, la marca de helados y paletas que también va ganando terreno y pronto llegará a otras partes del país.



“El sentido es que entendamos que no estamos atravesando ninguna frontera prohibida y que nuestros hijos no van a estar mal porque nosotros trabajamos, porque es el mensaje que nos han dado, de que a lo mejor eres muy exitosa tú en la empresa, pero tus hijos están abandonados y no es así”, agregó Marisa.

Además, tiene claro que al trabajar dio ejemplo a sus hijas y a otras mujeres de la importancia de que las responsabilidades en casa son compartidas, como lo expresa en sus conferencias, que cada vez son más, porque diversas instituciones constantemente la invitan a dar testimonio de su crecimiento como empresaria y como mujer.

“Las mamás que no trabajan han creado hijos muy narcisistas, que se la pasan todo el día dándoles gustos, llevándolos a tiempo, recogiéndolos, llevándolos a la fiesta, a la papelería y los hijos crecen creyendo que son los reyes o reinas del mundo y la realidad es que no es así y creamos hijos muy egoístas”.



Pero además de ser madre y abuela, Marisa es hija de una mujer que a sus 80 años aún trabaja y ofrece servicio en un dispensario por la zona del Cerro del Cuatro, de quien aprendió la generosidad, pues ella desde hace muchos años apoya a enfermos y personas de escasos recursos.

“Yo aprendí que no tenía que ser exclusivamente nuestra mamá, que se valía que a ella le gustaba ir a ayudar enfermos, a gente pobre y aprendí mucho la generosidad y el hecho de que tu mamá puede tener otros intereses en la vida, no necesariamente hacer dinero, puede ser escribir, ayudar a los demás, trabajar en una labor social”.



De esa generosidad heredada fue que consolidó la Fundación Marisa, donde la apuesta es por la construcción de una comunidad equitativa entre mujeres y hombres, que visibiliza las desigualdades y busca un mejor entorno para todas y todos.

“La generosidad da abundancia y entre más das más recibes, entre más ayudas a los demás, mejor te sientes, más sentido le encuentras a tu vida, más propósito tiene una empresa”, agregó Marisa Lazo Corvera, la famosa pastelera que en agosto de 1992 vendió su primer pay de pera, sin imaginar lo que pasaría décadas después.

“Algo que me ha funcionado es ayudar a crecer a la gente, darles cursos, invitarles a que lean a todos los líderes y hoy en día tengo una estructura fuerte y con este equipo con cualidades y habilidades, me he permitido trabajar mejor, saber más en equipo con ellos, quedarme callada y escuchar sus opiniones y juntos resolver los conflictos”

“Tienes que apoyarte en tu familia, en tus amigos y las mujeres nos tenemos que enseñar a comunicar más cuáles son los sueños que deseamos alcanzar, para que los demás se conviertan en porristas, nos apoyen o cuando menos sepan hacia dónde queremos ir y te debes apoyar en tu marido, tu pareja, tu compañera, tus hijos, que saben qué quieres”.

“Nunca me imaginé que iba a llegar hasta donde estoy, jamás. Nunca me imaginé que iba a tener diez sucursales, ni quince, ni veinte y todavía llegó y me estaciono, veo el nombre de la fábrica y no me la puedo creer en qué momento hice esto tan grande”.

Conoce más...

-Marisa, Dulce Natura y Tía Lola generan mil 200 empleos, de los que 78% son para mujeres

-Actualmente cuentan con 97 puntos de venta en Guadalajara y sus municipios aledaños, Tepatitlán, Ajijic, Ocotlán y León

-A mitad de este 2022 Marisa estima alcanzar el primer centenar de sucursales, cuya planta de producción se ubica en Zapopan

Sororidad, es lo que se respira al charlar con Marisa Lazo Corvera, la empresaria tapatía que hace tres décadas vendió su primer pay de pera y ahora cuenta con casi un centenar de pastelerías.

Marisa, que es madre y abuela, recuerda sus inicios en la cochera de su casa, vendiéndole a familiares y amigos sus pasteles y agradece a la vida por el crecimiento alcanzado, para el que tuvo que trabajar y enfrentar señalamientos por dejar a sus hijas pequeñas, en ese tiempo de uno y dos años.


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Reconoce que fue complicado, pero a sus hijas no les faltó nada y ahora son también empresarias, una de ellas colaborando directamente en Marisa y Tía Lola, su otra marca de pasteles de menor costo que recientemente lanzó al mercado, y la otra, a cargo de Dolce Natura, la marca de helados y paletas que también va ganando terreno y pronto llegará a otras partes del país.



“El sentido es que entendamos que no estamos atravesando ninguna frontera prohibida y que nuestros hijos no van a estar mal porque nosotros trabajamos, porque es el mensaje que nos han dado, de que a lo mejor eres muy exitosa tú en la empresa, pero tus hijos están abandonados y no es así”, agregó Marisa.

Además, tiene claro que al trabajar dio ejemplo a sus hijas y a otras mujeres de la importancia de que las responsabilidades en casa son compartidas, como lo expresa en sus conferencias, que cada vez son más, porque diversas instituciones constantemente la invitan a dar testimonio de su crecimiento como empresaria y como mujer.

“Las mamás que no trabajan han creado hijos muy narcisistas, que se la pasan todo el día dándoles gustos, llevándolos a tiempo, recogiéndolos, llevándolos a la fiesta, a la papelería y los hijos crecen creyendo que son los reyes o reinas del mundo y la realidad es que no es así y creamos hijos muy egoístas”.



Pero además de ser madre y abuela, Marisa es hija de una mujer que a sus 80 años aún trabaja y ofrece servicio en un dispensario por la zona del Cerro del Cuatro, de quien aprendió la generosidad, pues ella desde hace muchos años apoya a enfermos y personas de escasos recursos.

“Yo aprendí que no tenía que ser exclusivamente nuestra mamá, que se valía que a ella le gustaba ir a ayudar enfermos, a gente pobre y aprendí mucho la generosidad y el hecho de que tu mamá puede tener otros intereses en la vida, no necesariamente hacer dinero, puede ser escribir, ayudar a los demás, trabajar en una labor social”.



De esa generosidad heredada fue que consolidó la Fundación Marisa, donde la apuesta es por la construcción de una comunidad equitativa entre mujeres y hombres, que visibiliza las desigualdades y busca un mejor entorno para todas y todos.

“La generosidad da abundancia y entre más das más recibes, entre más ayudas a los demás, mejor te sientes, más sentido le encuentras a tu vida, más propósito tiene una empresa”, agregó Marisa Lazo Corvera, la famosa pastelera que en agosto de 1992 vendió su primer pay de pera, sin imaginar lo que pasaría décadas después.

“Algo que me ha funcionado es ayudar a crecer a la gente, darles cursos, invitarles a que lean a todos los líderes y hoy en día tengo una estructura fuerte y con este equipo con cualidades y habilidades, me he permitido trabajar mejor, saber más en equipo con ellos, quedarme callada y escuchar sus opiniones y juntos resolver los conflictos”

“Tienes que apoyarte en tu familia, en tus amigos y las mujeres nos tenemos que enseñar a comunicar más cuáles son los sueños que deseamos alcanzar, para que los demás se conviertan en porristas, nos apoyen o cuando menos sepan hacia dónde queremos ir y te debes apoyar en tu marido, tu pareja, tu compañera, tus hijos, que saben qué quieres”.

“Nunca me imaginé que iba a llegar hasta donde estoy, jamás. Nunca me imaginé que iba a tener diez sucursales, ni quince, ni veinte y todavía llegó y me estaciono, veo el nombre de la fábrica y no me la puedo creer en qué momento hice esto tan grande”.

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-Marisa, Dulce Natura y Tía Lola generan mil 200 empleos, de los que 78% son para mujeres

-Actualmente cuentan con 97 puntos de venta en Guadalajara y sus municipios aledaños, Tepatitlán, Ajijic, Ocotlán y León

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