La Fundación SM, recientemente dio a conocer el Informe de Jóvenes en Iberoamericano 2021, resalta que una de las mayores preocupaciones es el futuro, ellas y ellos centran sus prioridades vitales en la familia y en la educación, como principales referentes para entender el mundo y encarar la vida.
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En entrevista con EL OCCIDENTAL, la directora de la Fundación SM, México, Cecilia Espinosa Bonilla, resaltó que el estudio se enfocó en conocer las preocupaciones e intereses de la juventud iberoamericana. Los países participantes han sido México, Perú, República Dominicana, Chile, Brasil, Argentina, Ecuador, Colombia y España.
Algunas de las conclusiones que arrojan los estudios, es la incertidumbre de las y los jóvenes hacia el futuro, destacando que, nueve de cada diez jóvenes ponen en el centro de prioridad: la familia y educación para poder “encarar la vida y sus decisiones”.
“Vemos como mucha esperanza que los jóvenes, tienen una base sólida, están sus raíces muy fuertes en la parte familiar y en la educación siempre esta como una expectativa de mejorar las condiciones que tienen de vida, y con la posibilidad de tener una vida mejor”.
Sin embargo, la otra cara de la moneda mencionó Espinosa Bonilla es la desigualdad social y económica principalmente en jóvenes en situación de vulnerabilidad, esto es que la juventud limita sus estudios.
Jóvenes dejan sus estudios para apoyar económicamente a su familia
“Porque tienen que trabajar para ayudar a sus familias, es uno de los principales factores. Dejan de estudiar por dificultad económica para poder sostener sus estudios en un nivel de educación media superior y superior”.
En los últimos dos años, a partir de la pandemia Covid-19 esta situación se “agudizo” al señalar que entre la educación media superior.
“Vemos un cuello de botella en cuanto al abandono escolar, antes de la pandemia hablábamos más de 800 mil jóvenes que dejaban la escuela, en este paso de la secundaria a la media superior y después de la pandemia no tenemos datos claros, pero estamos muy conscientes de que esto se incrementó”.
Otro de los resultados, del estudio es que, la juventud iberoamericana demuestra un alto grado de desconfianza hacia las instituciones; más de la mitad no cree que sus países sean muy o suficientemente democráticos.
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En cuanto a las actividades de ocio, predominan aquellas que se dan en los espacios privados y en los medios audiovisuales. Muestran aprecio por la lectura, consumiendo un promedio de siete libros al año.
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