La necesidad, horarios inflexibles y el ser jefas de familia hacen que madres de familia tengan que soportar agresiones, insultos, insinuaciones y propuestas nada sanas al buscar el sustento de su familia como conductoras de plataforma pero durante las noches y para protegerse crearon grupos de WhatsApp como el de Amazonas GDL.
Es así que cada noche se tienen que enfrentar a cientos de perfiles identificados como el “Chavo” “El Fantasma”, “mi amor”, “mamita”, “El Rey”, nombres de usuarios que no les indica si son de riesgo o no para ellas, si pueden ser agredidas o no y en muchos casos son las mujeres las que se les ponen más violentas, en especial cuando están intoxicadas con alcohol o alguna otra sustancia.
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Carolina Aguiar, divorciada, con hijos, al quedarse sola ella no pretendía sumarse a las conductoras pero la responsabilidad de “llevar una casa fue cuando dije qué voy a hacer, yo trabaja de recepcionista en un hotel y me cuestionaba qué iba a hacer con el salario que ganaba” entonces su hermana le dijo que no le quedaría de otra más que entrarle.
“Yo le dije noooo, ella sí, yo noo y así fue por necesidad desde hace tres años y en este tiempo he aprendido a tener paciencia, tolerancia y aprender a escuchar a las personas, la paciencia al trabajo, vengo de la ciudad de Morelia y allá nada qué ver el tráfico y entonces llegó aquí me enfrentó a un enorme tráfico en una ciudad grande” que la hizo cuestionarse qué hace aquí.
Como mujer el mayor riesgo al que se ha enfrentado al trabajar de noche son los accidentes y está consciente de que puede ser asaltada por los mismos usuarios y hubo hombres que la quieren hacer sentir menos por ser mujer.
En este tiempo de trabajar de noche sí ha enfrentado algunas situaciones de riesgo y la más complicada que ha tenido es que una persona la siguió con otro vehículo, lo cual la asustó demasiado pero no la desanimó para seguir adelante y en ese momento lo que pensó es “ya valió, pero actué rápido y me fui en reversa, esa fue la clave”.
Durante las noches parecería que la actividad es más tranquila pero todo cambia cuando un cliente se sube bajo los efectos de una sustancia tóxica, alcoholizado, molesto o que empiezan a decirles frases altisonantes, mensajes obscenos, que las quieran invitar a un sitio más privado y les dan más de lo que ganan, entre otras reacciones hasta de violencia tanto de hombres como de mujeres, ante eso la puesta en práctica de los protocolos de acción es fundamental para su seguridad.
Ahí lo promotor que hace Carolina es “pedirle que por favor me respete, soy mujer, no le estoy dando ningún motivo para que me trate así, en ocasiones se disculpan, tampoco se han puestos violentos en el caso de los hombres, pero sí decir tonterías me invitan a salir, me piden el número de teléfono” y el riesgo comienza desde el momento que aceptan el servicio y los nombres son ficticios y dependiendo de la zona en la que estén es el grado de riesgo y la recomendación es “perderle el amor a un viaje”, la seguridad es primero y lo que pasa es que las suspendan un rato de la aplicación, momentos en los que aprovecha para tomarse un café, ir al baño o platicar con otras compañeras.
De la vida personal, familiar, sentimental ni hablar, todo eso pasa a segundo plano, los ven pocos, no tienen tiempo de salir con pretendientes ya que trabajan de noche y duermen de día una vez que terminan de atender a los hijos.
“La familia se preocupa mucho y preguntan por qué no trabajo en el día, pero en el día estoy al pendiente de ellos, si van a la escuela, si se enferman los llevo al doctor, las tareas, se prefiere estar el pendiente de ellos y en el caso de la vida social es complicada, si se puede dar uno espacio pero prefiere uno trabajar”, indicó
De amores, sonríe y platica “que no hay tiempo para eso, nuestro trabajo conlleva a trabajar en navidades, año nuevo, cumpleaños, el día de la madre y mientras ellos se divierten nosotros trabajamos porque es cuando mejor está el trabajo”, no es una vida normal, todo cambia y hasta amigas con trabajo de oficina se pierden porque ella trabaja en esos momentos de esparcimiento.
En Uber, alrededor del 20% son conductoras por libertad del horario y necesidad
Mónica Sánchez (y no la cantante), es líder de la Alianza Brots Rodando y fundadora de Amazonas GDL, entre otros grupos que coordinan, mencionó que ese es el dato que se puede considerar bajo ya que ellas comenzaron a trabajar primero por la libertad del horario ya que en una “empresa normal teniendo hijos ya es complicado tener esos permisos, esas salidas, el llevar y traer a los hijos a la escuela”.
Pero sin duda el común denominador de todas ellas es que empezaron a dar el servicio, algunas de ellas hasta buscaron financiar su auto, “por necesidad de trabajar y tener ingresos, nos organismos de una manera sencilla y Amazonas surge por esa necesidad de que las conductoras mujeres nos cuidáramos” ya que nadie lo hace.
Con este grupo ya no se sienten solas por las noches, ahí saben en dónde están, cuando son nuevas como empezar a trabajar, “qué zonzas trabajar puedes entrar en una zona en el día pero en la noche no, entre ellas las calles con terracería en donde se pueden atascar en tiempos de lluvias a todos horas, zonas de inundación, las de mayor riesgo como Cerro de Cuatro, Lomas del Cuatro, La Mezquitera, Valle de los Molinos, en Tonalá como La Jalisco, Cerro de la Reyna.
Además organizan cursos de capacitación para poder mejorar su trabajo que considera digno y “no andamos robando, secuestrando, matando o violando como nos dijo una diputada, la gran mayoría salimos para llevar ese alimento a la casa.
El perfil de la conductora de Uber que trabaja de noche
La mayor parte de quienes se dedican a dar el servicio por las noches son mamás solteras, divorciadas que tiene a su cargo a sus hijos, es decir "las jefas de familia” a quienes los papás de sus hijos las dejaron y no lo volvieron a ver.
“La necesidad de alimentar a los hijos nos hizo entrar porque cuando uno va a buscar un trabajo los salarios son muy bajos, los horarios muy apretados y un sueldo regular no alcanza para darle alimento a dos tres hijos, cómo le das casa, escuela y este trabajo nos d esa libertad tanto económica como la libertad del tiempo para dedicárselo a la familia, llevarlos y traerlos a la escuela”.
Aquí en esta actividad el día de descaso o las horas para reposar y dormir cada quien se lo asigna según sus necesidades y como se vayan acomodando, es de cada quién, es un trabajo agotador pero no se tiene de otra y llegar a casa para decir “hoy no generé, hoy no comen, hoy me siento mal y no salgo a trabajar, no te das ese lujo”.
Amazonas es un movimiento que cuenta con diversos grupos algunos mixtos, otros exclusivos de mujeres y entre todos se cuidan, “no hay género porque todos sabemos que detrás del volante estamos bajo las mismas condiciones” y en el caso de los hombres reconoce el apoyo que les dan para protegerlas, que estén bien, si se poncha una llanta o una falla mecánica acuden al sitio en el que se quedan.
“Dentro de los mismos grupos a veces trabajamos tantas horas y estamos en comunicación constante que llegas a participar y conocer más a los mismos compañeros que a la familia, cuando llegas a casa es para dormir y ver algunos pendientes”, eso es todos los días”.
Cómo detectar situaciones de riesgo
La experiencia y los códigos que tienen ya implementado en un protocolo es la forma de conocer cuando están en riesgo y el centro de monitoreo de ellos mismos les permite detectar cuando pasa algo dentro del auto, se tienen GPS; corta corrientes, comunicación constante y cuando se interrumpe sin previo aviso, es un indicativo de que algo pasa, eso ha dado resultado positivos desde el 2017, no han tenido asaltos, ningún tipo de atentado, sólo choques.
Mediante la observación es que se conformó un protocolo que es entregado a las personas nuevas, tienen que leerlo y aplicarlo para evitar riesgos y con ello se protegen todos, quien no lo quiera aplicar está en libertad de retirarse, se perfila al usuario y esto es conforme a las calificaciones que tiene el cliente y otros datos.
La integración con los grupos de hombres fue algo complicado porque al principio el trabajo era dominado por hombres taxistas que cambiaron a plataforma y sobre todo porque se tiene la mentalidad de que las mujeres no saben manejar pero al sensibilizarse comenzaron a integrarse ya que la mayoría tienen hijos, hermanas, mamás y así se ha dado el proceso.
Lo más difícil es poder tener un lenguaje que no sea ofensivo, que no se manden imágenes de mujeres desnudas, bromas en contra de mujeres, pero dentro del protocolo también se les dice que debe haber respeto para ellas y si quieren hablar así lo pueden hacer en un grupo por separado, aunque de repente se les salen frases en doble sentido.