Bajo una estricta vigilancia de las autoridades sanitarias desde el 1 de febrero se comenzó a verificar la aplicación de las reformas a la Ley de Salud en materia de consumo de tabaco y esta ya generó una caída en la venta de las tienditas de abarrotes hasta del 50% en los primeros días.
La señora Adriana, quien tiene una tienda de abarrotes, explicó que desde el primer día de aplicación de las reformas en donde se restringe la venta de productos de tabaco recibió la visita primero de quienes dijeron ser de Cofrepris (Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios) para verificar que ya no tuviera a la vista ninguno de estos productos, que no tuviera publicidad o ningún tipo de cartulina y aparatos que hicieran alusión a las marcas.
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“Me dijeron que no debía tener nada a la vista, me quitaron toda la publicidad y hasta con los repartidores se les afectó, porque sus unidades estaban tapizadas de publicidad, ellos mismos me dijeron que desde el primero tenía que quitar todo, que a ellos en sus empresas les comentaron los cambios y que pudieran en todas las tiendas que los quitáramos”, relató la señora Adriana.
Hasta un reloj que le había dado una empresa cigarrera, sin marcas, sin logotipos y sin propaganda para incitar a su consumo, hasta eso le pidieron que lo retirara y no se explica la causa de ese extremo.
“Me hicieron que lo ocultara, hasta me dijeron regálelo, tírelo, haga lo que quiera... pero no lo queremos ver, lo tenía ahí enfrente”, ahora el espacio solo tiene la huella de lo que en algún momento estuvo un reloj de pared.
Después de los de Cofepris, llegaron los inspectores municipales y los representantes de la Secretaría de Salud, para llevar a cabo la verificación la “correcta” operación del negocio y con de forma atenta le explicaron los procedimientos a seguir, si conocía la ley y le pidieron todas sus licencias para ver qué estaba en orden, tras lo cual se retiraron al ver que dichos productos no estaban a la vista de los consumidores ni había ningún tipo de publicidad.
Todo esto, explicó, generó una importante bajan en sus ventas ya que ella a la semana compraba alrededor de dos mil 500 pesos en productos de una sola marca y que en su mayoría vendía por piezas sueltas, en esta semana adquirió poco más del 25% de lo tradicional.
Platicó que hasta los clientes ahora acuden con temor para comprar porque le dicen que corren el riesgo de que los detenga y “ya ni en sus autos particulares pueden fumar y también dicen que los que consumen drogas andan como si nada, y a nosotros por un simple producto quieren que nos escondamos como delincuentes”.
En el caso de los repartidores de estos productos, uno de ellos que estaba surtiendo comentó que en unos días sus ventas se desplomaron, puso como ejemplo la tienda en la estaba en la cual dejaba a la semana entre cuatro y seis paquetes, ahora solo deja la mitad o menos, eso a él le afecta porque sus ingresos bajaron, ya que muchos reciben solo comisiones y un salario bajo.