Luego de que se diera a conocer el recorte de 140 millones de pesos que se quiere hacer al Museo de Ciencias Ambientales, el director del mismo, Eduardo Santana Castellón, invitó a autoridades estatales a conocer el lugar para constatar los beneficios que traerá a las políticas públicas para una ciudad sustentable y económicamente viable.
En entrevista para El Occidental, el experto mencionó que este es un "museo raro" ya que para su construcción no se basaron en otro museo, sino en la reserva de la biósfera Sierra de Manantlán, no solo desde el diseño de la estructura del lugar, sino por los aportes que ya tiene y están previstos se consoliden cuando concluya en su totalidad.
Recordó que el lugar está pensado, y diseñado, para que también sea un centro de desarrollo comunitario, un instituto de investigación, así como un centro educativo, como parte de un proyecto que se pensó por alrededor de 10 años.
Te recomendamos:
"Estos son los ejemplos de lo que genera este proyecto, que yo creo que los diputados al no conocerlo, no sé ellos cómo ranquearon los proyectos a los que ellos iban a quitar dinero, porque me imagino que no nada más escogieron el museo porque sí, sino que tuvieron que hacer un análisis sistemático. Por eso los invitamos a que vengan a conocer el proyecto, porque en realidad los apoya a ellos, y apoya a las políticas públicas en relación a una ciudad sustentable".
Para ejemplificar, mencionó una de las estructuras del edificio, en el cañón sur, que está construida con texturas en los estratos horizontales, inspirados en la barranca del Río Santiago en torno a la erosión del agua que ha generado por más de 3 millones de años sobre la falla geológica, de tal suerte que cuando pasen visitantes, sin necesidad de entrar al museo, tengan una experiencia educativa.
Como centro comunitario habló de algunos talleres y trabajos que se han hecho con vecinos de colonias aledañas, lo cual va de la mano con el centro educativo y el instituto de investigación, pues además de pensarse como un espacio para complementar la formación de estudiantes de preparatorias, desde el museo, añadió, se coordinó una investigación con otras universidades para diagnosticar la sostenibilidad de la zona metropolitana -para ONU Hábitat-, cuyos aprendizajes quedarán en exhibiciones y contenidos del lugar.
"En el sótano del museo tenemos, y ya están diseñadas, laboratorios de física, laboratorios de química, laboratorio de biología, laboratorio de mecatrónica, y salones de clase. Hemos hecho talleres con más de 80 profesores y alumnos del sistema de educación media superior de las prepas, para el diseño, y también para el diseño de exhibiciones porque el objetivo es que el museo complemente, profundice y actualice la currícula formal que se aplica en las preparatorias".
A esto se le suma, agregó, las galerías y exhibiciones pensadas para organizarse por paisajes y no por ecosistemas como en otros museos, así como la azotea en donde se tendrá un jardín diverso con plantas nativas de México.
Todo esto, repitió, como la prueba de lo que se pretende generar en la ciudad, con un espacio que de entrada buscará impactar a más de medio millón de personas al año.