Por ser una medida inviable, cara y que se contrapone a lineamientos federales, los restauranteros de Jalisco descartan el implementar un programa de arcos detectores de metales o paletas en el exterior de sus negocios ya que eso genera una mala imagen y espanta a los clientes, señaló el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Aldo de Anda.
“Creemos que no le abona nada, hay un protocolo a seguir, como en los aeropuertos, en dado caso que se detecte un arma y ninguno de los restaurantes, independientemente de que por un tema de imagen y no le abona nada, un restaurante no tiene el espacio ni la capacidad económica para hacer frente a este protocolo, si llega una persona armada a un restaurante qué van a hacer mis gerentes o meseros”, destacó.
Además este tipo de equipos son caros para ellos y se necesita mínimo de dos a tres personas operarlos y para los clientes implica tener que vaciar las bolsas de su ropa, exponer sus pertenencias, ponerlos en una bandeja, pasarlos por otro lado, toda una serie de pasos que hacen lento el acceso de los clientes y eso los alejaría, por eso aseguran que no es viable impulsarlos.
El empresario señaló que esa medida impulsada por las autoridades locales con el objetivo de evitar o reducirse r el índice de delitos que se cometen en los restaurantes, pero de acuerdo con la normativa de la PROFECO eso está prohibido por lo que los empresarios se quedan entre la espada y la pared.
Pero sí están dispuestos a impulsar otro tipo de medidas de seguridad y prevención del delito como son las cámaras de vigilancia, conectarlas en tiempo real al sistema de vigilancia de la Comisaría municipal o estatal, es decir colaborar con las autoridades aunque “nosotros entendemos que para quienes no conocen a este gremio desde sus entradas sea fácil proponerlo” pero cuando le exponen toda esta complejidad sí los escuchan y fijan nuevas acciones.
Una prueba de lo inviable es qué deben hacer si detectan a alguien con una arma, qué protocolo seguir, todo eso es complicado y en Guadalajara lo entendieron, siguen con Zapopan.
Además se pretende evitar enviar un mensaje equivocado a sus clientes porque así se da la idea de que “Guadalajara no es una ciudad segura, sabemos que el tema de seguridad se ha complicado en Guadalajara como en todo el país, pero en otras partes del país no ha sido la solución poner esos arcos detectores de metales” sino otras estrategias en donde interviene todos los sectores y gobiernos.