Si bien el tema de las inundaciones por la zona no es algo nuevo, lo cierto es que para Hermelinda López, como para muchos vecinos más, el año pasado se vivió un verdadero calvario luego de las fuertes tormentas que terminaron por desbordar el Arroyo Seco, en el municipio de Zapopan.
Aquella tarde de sábado, del 24 de julio del 2021, se registraron diversos daños en al menos diez colonias como la Mariano Otero, en donde sus habitantes se las tuvieron que ingeniar para salvar sus cosas ante el gran volumen de agua que se filtró por muchos hogares.
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"Gracias a Dios no se me metió mucha agua, sí se me metió cuando mucho un metro de agua pero no se me mojaron las cosas, porque además de que estoy más retirada, estoy alta en el lugar, entonces, no se metió mucha agua", narra, al expresar cómo es que vecinos de la cuadra vivieron algo similar. Ella tuvo la fortuna de no registrar daño estructural en su vivienda, no obstante, esto en parte se debe a la adaptación de muchos de ellos ya sea al colocar algunas bardas en la entrada -a fin de frenar el cauce del agua en alguna tormenta-, mover muebles o incluso levantarlos.
Son 500 puntos de riesgo
En los últimos diez años se estima que en la ciudad aumentaron los puntos de inundación a 500.
“A partir de los 500 puntos de inundación, que hemos documentado exhaustivamente, hemos definido que hay 54 áreas prioritarias donde la incidencia de las inundaciones es alta, donde se presenta al menos una vez al año y donde se alcanza entre 1.5 y 1 metros”, explicó Luis Valdivia, que adelantó que solo este que viene “Será un temporal relativamente normal, donde en el AMG se precipitan alrededor de 930 milímetros, y esto hace que por lo menos consideremos un escenario de 70 inundaciones importantes en el temporal; esto depende mucho de las tormentas”, indicó Luis Valdivia Ornelas, investigador del departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Puntos más peligrosos: zonas como Santa Anita; El Garabatos por Mariano Otero; Arroyo Seco; El Dean; Patria, entre Acueducto y Plaza Patria; San Andrés; a lo largo de López Mateos, con puntos de cuidado en avenida México o hacia Américas; El Húmedo por Tesistán; Las Rusias en Tonalá; así como La Unión del Cuatro y San Agustín en Tlajomulco.
Además se suman puntos como la Calzada Independencia, especialmente en su parte baja; Plaza del Sol; Expo Guadalajara; en tanto que toda el agua que viene desde El Colli, La Estancia o Chapalita que no es captada baja a gran velocidad por ciertas calles del centro tapatío, generando puntos de cuidado a la altura del Expiatorio y hasta la calzada.
"Hemos observado un incremento muy considerable de las inundaciones a partir del 2000. Antes de ahí teníamos alrededor de 20 o 30 inundaciones importantes en promedio, y a partir del 2000 se han duplicado, incluso a veces hasta triplicado en función de cómo viene el temporal", dijo el catedrático.
En un temporal "normal" detalló que se tienen entre 70 y 80 inundaciones importantes, pero cuando la lluvia aumenta se han llegado a registrar hasta 120 eventos de inundación severos en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
Crecimiento desmedido
El aumento en las inundaciones está vinculado al crecimiento urbano en la ciudad, pues esto ha generado la alteración de las condiciones del ciclo del agua con la pérdida de los cauces. A más invasión de zonas bajas no permitidas o urbanización en partes altas de la cuencas y laderas de los cerros, es más agua la que se escurre y que no se infiltra.
"También vemos en las estadísticas que ha aumentado el tirante de agua y ha aumentado la velocidad del agua, y eso las hace más peligrosas, entonces hemos visto ya más arrastres de personas, de vehículos. Tenemos un componente de que no solo es más frecuente la inundación, sino más peligrosa".
Se preparan para el temporal
Ante estos escenarios, cada año autoridades en turno anuncian o implementan medidas de mitigación, a fin de evitar inundaciones severas en la ciudad, sin embargo, vecinos de colonias como El Dean -en Guadalajara- se preparan con lo que pueden antes del temporal, pues aun con el vaso regulador de la zona los volúmenes de agua en cada tormenta les generan diversos estragos.
Bardas altas en los ingresos, así como costales y otros objetos tienen a la mano en caso de ser necesario para frenar el paso del agua nada más llueve fuerte en el lugar, no obstante, el cansancio es evidente porque prácticamente cada año es siempre lo mismo.
"Lo de ley son como 30 centímetros por donde le veas, el agua pasa las banquetas y se debe ir uno con cuidado si la lluvia te agarra en la calle. Nosotros tenemos una bardita, pero la vecina ha hecho más, creo que levantó sus cosas para que no se arruinen (...). El agua nos ha subido casi el metro y hemos usado costales para amortiguar, pero nunca es suficiente si se viene pesada la inundación o la lluvia", lamentó Roberto Iñiguez.
Menos colectores y más regularización urbana
Si bien la estrategia de los colectores se aplica para mitigar inundaciones, Luis Valdivia considera que ha sido una técnica que ya demostró no ser la solución. Manifiesta que se deben tomar muchos más aspectos, para arreglar el problema a corto, mediano y largo plazo, como controlar el crecimiento urbano con una visión mucho más integral que la actual.
"Las partes altas no deberían urbanizarse, no debería haber centros comerciales como en la zona del Tajo, no edificios, no debería de haber grandes superficies de estacionamiento. Ahí deberían ser zonas de intersección, retención e infiltración, para que el agua que se genere no empiece a presionar el sistema de colectores en la parte media y baja, pero no se hace (...). El sistema de colectores tiene muchos años, es para una ciudad de menos de la mitad de ahorita, pero no hay que apostarle todo al colector".
Ante la fórmula de más concreto y menos áreas verdes, no hay colectores ni obras hidráulicas suficientes para contener el agua de lluvia que hoy inunda con riesgo para los habitantes de la ciudad, un total de 500 puntos detectados y señalados por investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en un Atlas de Riesgo.
En tan solo cuatro años -dijo- crecieron en 200 las zonas susceptibles en dicho atlas. De acuerdo con la Conagua, el próximo temporal prevé entre ocho y 10 tormentas tropicales; entre cuatro y cinco huracanes de categoría 1 y 2; así como entre dos y cuatro huracanes de categoría 3, 4 y 5.
Valdivia Ornelas recordó la tormenta del martes 17 de agosto de 2021, de 42 milímetros, que provocó 32 puntos de inundación y fuertes afectaciones en vehículos; inundó el canal de avenida Patria y hasta la suspensión de los servicios de transporte público.
“Pero esta tormenta no es de las más fuertes que ocurren en el AMG. Como autoridad se deben considerar a estas lluvias como un elemento fundamental para diseñar todas la políticas de urbanización y elaboración de infraestructura”, dijo.
De la totalidad de registros, 80% se concentra entre los años 2001 y 2021, eso significa que el crecimiento urbano sigue provocando las inundaciones.
El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) advierte que en 25 años se consideran precipitaciones de 150 milímetros y ante ello el investigador no duda en advertir que de darse esto: “Estaríamos en una situación de alto riesgo (considerando que una lluvia de 42 milímetros inunda a la ciudad). La intensidad de las tormentas se va a incrementar y eso se debe considerar ante las nuevas políticas de crecimiento urbano”, alertó Valdivia Ornelas.
Zonas de mayor riesgo
Pasos a desnivel: avenidas López Mateos, México, Calzada Independencia, San Ramón.
Zonas bajas:Expo Guadalajara, Plaza del Sol, la cuenca de Osorio (Parque de la Solidaridad).
En Tonalá: Las Rusias, La Punta.
En Zapopan: Plaza Patria (que es como un tapón, con obras hidráulicas insuficientes), el Arroyo Blanco en Tesistán, la carretera a Colotlán, el camino antiguo a Tesistán, los cruces de las avenidas Clouthier y Patria.
En Tlajomulco, los canales que vienen de Santa Anita, el canal de Las Pintas, La Colorada, Chulavista, Unión del Cuatro, avenida Adolph Horn.