Pintas en banquetas, calles o postes, espectaculares sin vidrios, fachadas con frases que exigen justicia, y una institución bancaria acordonada, es lo que quedó de la manifestación que se llevó a cabo el lunes pasado en la ciudad por motivo del 8 de marzo.
En el marco del Día Internacional de la Mujer colectivos, aunque en menor número que el año pasado debido a la pandemia, salieron una vez más a las calles de Guadalajara a exigir el respeto y garantía de los derechos humanos de las mujeres, ante la ola de violencia que se vive en contra de este sector, sin embargo, este martes todo regresó a la normalidad y algunos puntos comenzaron a ser limpiados.
Colectivos se dieron punto en la Glorieta de La Normal y de ahí partieron por Alcalde hasta Circunvalación para llegar hasta el Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), y a lo largo del camino, transeúntes pudieron apreciar, entre curiosos y azorados, los vestigios del clamor que se hizo escuchar el lunes pasado.
Ante los vidrios rotos de espectaculares en paradas de camión, destrozados al paso de la manifestación, esta mañana personal se dejó ver en algunos puntos para limpiar lo mejor posible el lugar y dejarlo en mejores condiciones para usuarios del transporte público.
En otros casos, algunos locales que también se vieron afectados, al menos con pintas en fachadas, no tuvieron reparo con abrir al público, mientras que la institución bancaria que fue irrumpida durante la manifestación lució este martes con cintas amarillas y algunas tablas para tapar los ingresos. Además, cajeros de otra institución bancaria fueron limpiados para retirar los vidrios que quedaron en el lugar.
En cuanto al Centro de Justicia para las Mujeres, este martes abrió sus puertas de manera normal, por lo cual, y como siempre, lució con personas -la mayoría mujeres- a la espera de ser atendidas afuera o en los alrededores.
Las pintas en todo el edificio permanecieron, así como la cruz y la lona que feministas colocaron para exigir mejores políticas de atención y acompañamiento a víctimas, y aunque más de algún curioso se detuvo a observar, la actividad continuó de manera normal.
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