Inicio el Festival Mictlán en su quinta edición, con el objetivo de conmemorar el Día de Muertos. Cada una de las tumbas fue adornada con flores de cempasúchil, veladoras, fotografías, papel picado. La muerte se vestía de Catrinas.
En el Festival Mictlán, en San Juan Evangelista, poblado del municipio de Tlajomulco. Las calles de la localidad ribereña de la Laguna de Cajititlán se vistieron con la flor de cempasúchil para marcar el recorrido de un féretro que fue llevado por una catrina vestida de escaramuza y un charro negro.
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El cajón de madera iba sobre una carreta que era jalada por un burro. Detrás un grupo de mujeres y hombres adultos mayores, quienes vestidos de negro cantaban plegarias para el difunto. Eran acompañados por jóvenes charros y escaramuzas pintadas de la muerte.
La peregrinación se realizó en las orillas de la Laguna de Cajititlán y a las afueras del templo de San Juan Evangelista. El templo franciscano de San Juan Evangelista aún conserva el panteón en el atrio.
En esta festividad no podía faltar el mezcal, cerveza artesanal, tepache y tejuino.
En el Festival Mictlán se presentaron el Ballet Folclórico Nuestro México, el Zaico Circo; concursos de disfraces, catrinas y arreglo de tumbas; la Banda Municipal de Tlajomulco y el grupo musical Los Hijos de la Malinchey el grupo folclórico Ballet Nuestro México.
Salvador Zamora Zamora, presidente municipal de Tlajomulco, manifestó: "además de la celebración del Día de Muertos que hoy es patrimonio de la humanidad, aprovechamos también para explotar toda la actividad turística que tenemos, el patrimonio cultural, histórico de nuestro municipio de Tlajomulco. La laguna de Cajititlán es parte de la ruta franciscana que es parte de nuestra historia y alimentan nuestras tradiciones".