El los no tienen un lugar cerrado, ni con lo más indispensable, por lo que para ellos el #QuedateEnCasa no les queda, su lugar es la calle, las banquetas y abajo de un puente o afuera de los respiraderos de los edificios, ellos son los indigentes que la cuarentena no aplica.
Con la cara y ropa sucia, pero con una mirada pérdida, sin esperanzas de tener algo mejor para vivir, para ellos todos os días son iguales, sin embargo, con la pandemia del coronavirus-covid-19 se despertaron con que no hay casi gente en las calles y no hay a quien pedirle una moneda.
Chécalo:
Se sientan en las banquetas con una imagen apesadumbrada, viendo pasar a una que otra persona a la que le estiran la mano, pero que ni caso les hacen, como si ellos no fueran personas y no merecen que se les tome en cuenta.
La población indigente, es la apostada, la que causa molestias a los puestos, negocios, ahuyenta a la clientela, provoca el miedo a los niños y es la que hace sus necesidades fisiológicas la afuera de los templos y negocios, a quienes se les crítica pero no se les ayuda.
Personas con problemas mentales, de adicción, en su mayoría no quieren irse a albergues prefieren la calle..."a mi ese virus no me da" dice uno de ellos.
Son los indigentes que están en cuarentena en la calle, pero por no recibir una moneda ya que no hay casi personas.