Aunque la literatura se entiende o percibe como entretenimiento sin función política en ciertos lugares, en países en donde se recortan las libertades hace que esta se cargue de una vivacidad crítica, provocando que los libros se lean de otra manera, señaló el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, en la inauguración de la cuarta bienal de novela con su mismo nombre.

Con un discurso previo del rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí, el escritor peruano habló sobre la importancia de leer buena literatura, por cómo incentiva el pensamiento crítico de los lectores; aspecto que la bienal viene a incentivar.

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"No es verdad que cualquier clase de lectura vale lo mismo, no es verdad. Leer mala lectura puede tener consecuencias muy malas para los lectores. Entonces, una de las razones de ser de la cátedra es enseñar a leer bien, mejor de lo que leen, y a partir de este año vamos a inaugurar una serie de conferencias que tengan este objetivo, mostrar ciertos mecanismos de la literatura que enriquecen la lectura de estos libros de los que podemos sacar muchísimo provecho, por ejemplo, defender la libertad".

Reconoció a la bienal como un hecho cultural, que introduce un elemento de preocupación histórica, social y política que tiene que ver con el tiempo actual, y que acerca a los países que tienen la suerte de hablar español en pos de llevar a los lectores a leer la buena literatura.

"Basta que en un país se recorten las libertades, que se reduzca ese margen para criticar a los gobiernos o distintas instituciones, para que la literatura se vaya cargando de una cierta vivacidad crítica, y entonces los libros se empiezan a leer de otra manera que en las sociedades libres. Es interesante ver la manera como se leen los libros, buscando aquello que no dicen los diarios, que no dicen las radios, que no dicen las televisiones, porque los libros empiezan a representar esa libertad que está mediatizada o perdida".

Por su parte, Villanueva Lomelí concordó con el escritor respecto a que una sociedad impregnada de buena literatura es mucho más difícil de engañar, de manipular y que pierda su libertad.

En este sentido, se solidarizó por la persecución política sufrida por el escritor, periodista e historiador Sergio Ramírez, como un atentado terrible en contra de la libertad y la literatura, al exigir que se pare la persecución en su contra.