IJCF se deslinda del vaivén de más de 100 cuerpos en al menos tres municipios del AMG

Su director Luis Cotero Bernal señaló la Fiscalía es la encargada del resguardo de los cuerpos

Cecilia Cerna

  · domingo 16 de septiembre de 2018

Los refrigeradores del Semefo tienen capacidad solamente para 270 cadáveres: Cotero Bernal. Foto: Aurelio Magaña.

El director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), Luis Cotero Bernal se deslindo del vaivén de más de 100 cuerpos por al menos tres municipios del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y que se encontraban refrigerados en un tráiler por parte de la Fiscalía General del Estado.

Justificó que el Servicio Médico Forense (Semefo) solamente se encarga de realizar lo propio en cuanto a las pruebas periciales y autopsias y que con el Nuevo Sistema de Justicia Penal ahora la Fiscalía es quién se encarga del resguardo de los cuerpos.


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"Es que es de ella (la Fiscalía) el problema, no es de nosotros. Nosotros los cuerpos solamente los recibimos para dictaminar, para hacer la autopsia y ya no son nuestros, ya son de la Fiscalía, nada más que tradicionalmente se han tenido ahí en el espacio de Ciencias Forenses porque la Fiscalía no tenía refrigeradores ni nada de eso”. Indicó que los refrigeradores del Semefo tienen capacidad solamente para 70 cadáveres, los otros 200 espacios son del cementerio de Coyula, que es para los cuerpos no reconocidos por lo que es importante concluir la construcción del Centro Experimental y cementerio en la zona del Vado, en el municipio de Tonalá, con espacio para por lo menos 800 cuerpos que no fueron identificados.


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Además, aclaró que pese a los olores fétidos, los cuerpos de que están en el contenedor no representan un peligro para la salud de los ciudadanos.

"En principio esos cuerpos no generan ninguna enfermedad, ningún contagio de ninguna especie, lo que sí generan es un mal olor y eso desde luego está por resolverse en unos cuantos días".


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Recordar que la Fiscalía hace más de dos semanas rentó una bodega en la Colonia La Duraznera para almacenar ahí los cuerpos mientras concluyen las obras del cementerio en Tonalá y ante las inconformidades de los vecinos, la dependencia trasladó los cuerpos -tan sólo por unas horas- al municipio de Tlajomulco de Zúñiga. Posteriormente los mandaron a una bodega de la Fiscalía General.