Agresiones, desapariciones, homicidios y el miedo para defender la libertad de expresión en lugares que son las nuevas zonas del silencio, son algunos de los retos y riesgos que enfrenta el gremio en México, señalan reporteros y activistas dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro.

Con los cuestionamientos de dónde estamos, de dónde partimos y hacia dónde vamos, Leopoldo Maldonado señaló que tras toda la agresión que se vive en México en contra de reporteros desde la propia sociedad, los grupos de la delincuencia y la violencia institucional generan “miedo de hablar, impuesto ya en muchos estados desde hace muchos años, en estas zonas silenciadas por la violencia de esto que llamamos la gobernanza Criminal, entre narcos políticos y empresarios.

Indicó que a todo esto se suma la censura en todos los ámbitos y “precisamente por estas redes digitales y por la denostación del propio poder público, para quien critica cualquier cosa que se tiene que criticar de la vida pública en un país”.

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Todo esto inicia a partir de la violencia que se impulsó desde hace muchos años en la sociedad y que también hay agresiones directas contra la prensa “no son un daño colateral los periodistas”.

Dentro de este entorno en donde se denuncia la corrupción, la complicidad entre delincuencia y funcionarios es que se dan los delitos contra la prensa, es decir, “es una consecuencia de lo que se está revelando atrás de estas redes de trata, narcotráfico, hay lavado de dinero, hay corrupción y eso es lo que estamos viendo, es el nivel de la sangría del territorio”.

Agregó que en el país la prensa es atacada cada 14 horas. El sexenio pasado cierra con tres mil 408 agresiones contra la prensa, no todas provienen del gobierno federal, la mayoría de las agresiones provienen de las autoridades, pero sobre todo estatales y municipales buena parte de la violencia tiene que ver con intimidación y amenazas hostigamiento. Ahora se suma el acoso judicial”

Mientras que Jan-Albert Hootse aseguró que el principal problema que enfrentan en México los periodistas “sigue siendo la impunidad y la impunidad.

Dijo que la respuesta a ese tipo de fallas estructurales del Estado es diseñar una política pública más específica y mucho más especializada para detener un problema tan complejo como lo es la violencia contra periodistas.

“Lamentablemente lo que estamos viendo en este momento en México y lo que hemos visto en los últimos seis años, es más bien una especie de simplificación brutal de la respuesta del Estado hacia el problema de la violencia”, destacó

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