“A mí lo único que me hace falta hacer en la vida es morirme” dijo alguna vez el doctor Mario Rivas Souza, quien este martes 27 abandonó este mundo a los 92 años de edad y cedió a su compañera de trabajo: la muerte.
El ámbito médico de Jalisco, el universitario y gremios públicos despidieron por última vez al Doctor Honoris Causa por la Universidad de Guadalajara en el Paraninfo Enrique Díaz de León, donde entregaron la bandera de la Casa de Estudios, sus condolencias y respetos a la viuda Virginia Barba Santana y familia.
“Bienvenido a casa, la sociedad universitaria te abraza recordándolo como un gran maestro que llevó la sabiduría. No hay labor más noble que de manera desinteresada comparta la sabiduría a favor de la justicia”, destacó el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.
Seis guardias de honor acompañaron las cenizas de Rivas Souza, el decano de la medicina forense con más de 130 mil autopsias practicadas en sus más de 60 años de servicio ininterrumpido tanto en la práctica como enseñanza e investigación en la Universidad de Guadalajara, la Cruz Roja, la Procuraduría de Justicia del estado y el Servicio Médico Forense, así como de hospitales como el Benemérito Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, por mencionar algunos.
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Se recordó que en algunas ocasiones tuvo que enfrentar situaciones difíciles, como defender su informe forense sobre la autopsia del cardenal, Juan Jesús Posadas Ocampo, que superó gracias a la solidez de sus valores y de su indiscutible honorabilidad, destacó el rector general de la UdeG, Miguel Ángel Navarro.
“Hoy, el legado de Mario Rivas Souza es pieza medular en la investigación criminalística (…) es considerado precursor e impulsor en México y en América Latina” dijo Navarro.
Se reiteró que la extraordinaria calidad humana del dr. Rivas, portador de valores como la lealtad, honestidad, modestia, integridad, prudencia, apego irrestricto a la verdad, por lo que deja una gran huella en distintos ámbitos de la sociedad.
Jesús Mario Rivas Souza obtuvo más de 100 premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional, en 1994 su casa de estudios lo nombró Maestro Emérito y en 2011 Doctor Honoris Causa.