La decisión del gobierno de Estados Unidos de poner aranceles al acero y la respuesta que autoridades mexicanas tuvieron aplicar la misma medida, es el inicio de una guerra comercial que en nada beneficiará a los mexicanos, advirtieron especialistas en la materia.
“Es muy difícil establecer una lógica de impacto de largo plazo, porque no estamos hablando solamente de México, sino del probable inicio de una guerra comercial abierta, donde está involucrada la Unión Europea, Canadá, México y Estados Unidos y se está poniendo en cuestión la lógica de la liberalización económica que había predominado a nivel mundial durante los últimos 30 o 40 años”, dijo Ignacio Román Morales, académico de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso).
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Esto, porque al involucrar a tantos países que buscan disminuir sus pérdidas económicas con incremento a los aranceles de productos que otros países les envían, además de impactar en el costo, representa disminución de las exportaciones y al bajar la producción, la consecuencia serán pérdidas de empleos en distintos sectores.
“Con las medidas que impuso Ildefonso Guajardo el impacto será doble, porque a final de cuentas como México está tratando de compensar este tipo de aranceles con otros aranceles sobre otros productos, los dos países terminan perdiendo dinero a consecuencia de esa decisión”, agregó Antonio Ruiz Porras, coordinador del Doctorado de Estudios Económicos de la Universidad de Guadalajara ((UdeG).
De acuerdo con Ruiz Porras, el costo de las exportaciones mexicanas afectadas será de alrededor de 3 mil millones de dólares al año