Una fuente que por años se mantuvo apagada y sin agua e incluso fue presa del vandalismo, cobró vida y es una de las más emblemáticas de la ciudad.
Se trata de la Fuente Olímpica, ubicada en la Calzada Independencia y Monte Caucaso, en la colonia Independencia y aquí te contaremos un poco de su historia.
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La fuente se construyó previo a los Juegos Olímpicos de 1968 en los que México fue sede y ha visto pasar los mejores eventos deportivos de los que se tenga recuerdo en Guadalajara.
Al centro cuenta con una escultura colocada sobre una base de cantera, de la autoría del artista tapatío Enrique Rico Sánchez.
Está a poco más de dos kilómetros del Estadio Jalisco, inmueble que además de haber recibido a los atletas de los Juegos Olímpicos, también albergó dos mundiales: el de 1970 y el de 1986.
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Hasta hace no muchos días, quienes pasaban por ahí, principalmente vecinos de la zona y estudiantes de las áreas médicas de la Universidad de Guadalajara, ubicada a unas cuadras de la fuente, desconocían su historia, pues hubo un tiempo en que incluso las letras metálicas que hacían referencia a México 68 fueron robadas.
Por ese motivo, por parte de las autoridades tapatías se tomó la decisión de rehabilitarla y con ella recuperar el espacio por el cual circulan miles de personas al día, donde además se ubica una estación de Mi Macro Calzada.
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De acuerdo con la Dirección de Mejoramiento Urbano de Guadalajara, en la Fuente Olímpica sellaron fisuras, la pintaron y repararon su máquina. También renovaron las instalaciones hidráulica y eléctrica, la instalación de 20 luminarias sumergibles, tubería de descarga, un motor y un arrancador de tensión reducida, ambos de 25 caballos de fuerza, así como un timer para su automatización, lo que costó alrededor de 650 mil pesos.
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