La modernidad los alcanzó y lo que hace 30 años era considerado como uno de los fraccionamientos más lejanos del Área Metropolitana de Guadalajara y en medio de una conflictiva zona vehicular, con el paso de los años ese aspecto cambió y sobre todo después de los accidentes en donde los camiones de carga era los protagonistas.
El Fraccionamiento Revolución, que prácticamente marca el fin de la carretera y el inicio del área metropolitana ha tenido que adaptarse a los cambios y lo que originalmente era una entrada y salida con alto grado de peligro debido a la pendiente que hay desde el cerro de El Tapatío y que se topaba con un semáforo se modificó en un nodo vial que agilizó parte de la vida y redujo los accidentes.
Por varios años los habitantes de este apacible fraccionamiento veía pasar la vida y sus habitantes al no tener unidades del transporte público en ocasiones tenían que caminar hasta lo que hoy es la Glorieta de El Álamo para poder subirse a los camiones, con los riesgos que implicaba andar sin luz por las mañanas o en las noches.
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Quienes viven en la zona, desde prácticamente la fundación del mismo, recuerdan cómo podían ir al cerro de El Tapatío para hacer ejercicio, respirar aire puro, recolectar algunas flores, correr, convivir en familia, salir con las mascotas, pero este paisaje se terminó con la construcción de casas y que se haya partido en dos al cerro para darle paso a los carriles de regreso de Chapala a Guadalajara.
El señor Mauricio Murillo, quien vive en el fraccionamiento, señaló que hoy en día los cambios en las vialidades que se hicieron hace más de ocho años fueron una de las mejores acciones que se han hecho, les redujo los tiempos de espera para llegar a sus domicilios.
El problema era que el ingreso y salida del Fraccionamiento Revolución era con semáforo, se consideraba demasiado peligroso para todos, en especial para quienes bajaban a exceso de velocidad desde el cerro ya que al salir de la curva se encontraban con la fila de autos esperando el cambio de luz y en algunas ocasiones los choferes de los camiones de carga no alcanzaban a frenar generando accidentes en donde hubo personas fallecidas, decenas de unidades involucradas y millones de pesos en pérdidas materiales.
Uno de los accidentes que más recuerdan los habitantes de esta zona es el impacto que tuvo un camión de carga que no poder frenar o quedarse sin frenos tal como lo mencionó el conductor, chocó de forma directa con una casa asentada a un costado de los carriles de ingreso a fraccionamiento y junto a centro comercial de reciente creación.
El 29 de agosto del 2012, un camión de carga que transportaba aproximadamente 30 toneladas de cemento y pega azulejo, al bajar la pendiente detuvo su descenso al estrellarse en la casa ubicada en la calle Plan de San Luis a su cruce con la carretera a Chapala, en donde una joven de 19 años falleció al caerle parte de la vivienda encima mientras descansaba, también el chofer murió.
Otro accidente de impacto emocional y en donde la velocidad fue factor clave ocurrió el 6 de junio del 2018, ya con las obras de desvío y agilización de circulación, en el que nuevamente un camión de carga se quedó sin frenos, según el chofer y en su paso se llevó ocho autos, lo que ocasionó 19 personas lesionadas y perdidas millonarias.
En la actualidad, el Fraccionamiento Revolución se trasformó y ya no está aislado, con los cambios que se realizaron se suprimió el semáforo, el ingreso se realiza a través de un túnel que se construyó metros delante de la entrada original, la salida se envió a más de 600 metros arriba de lo que estaba originalmente en la calle de Plan de Ayala, se construyó un paso elevado para incorporarse a la avenida Lázaro Cárdenas y que las unidades pesadas continuarán con la vieja incorporación.
Otro de los cambios que ha experimentado este espacio habitacional es la llegada de decenas de negocios como son farmacias, venta de comida, cafés, venta de zapaos, celulares, abarrotes, carnes, mariscos, una oficina de la tesorería de Tlaquepaque que también facilita realizar algunos pagos en especial a las personas de la tercera edad, comenta la señora Esmeralda Salazar, quien paga ahí su predial.
También con el paso de los años y la lucha de los vecinos, el terreno que colinda con la avenida Lázaro Cárdenas y la carretera a Chapala que generaba incendios cada año en la temporada de estiaje ahora se convirtió en un parque tras la lucha de los habitantes de esta zona para que no se construyera un corralón y eso ayudó a darle otra visión a un terreno baldío de más de 10 mil metros cuadrados.
Las obras de drenaje profundo también fueron esenciales para quienes viven aquí, recuerdan que en cada lluvia intensa los tenían en vilo ya que era sinónimo de que se inundarían y perderían infinidad de artículos, en la actualidad ya no hay esas épicas inundaciones.
Mauricio Murillo dijo que con esas obras se redujeron los accidentes y el tiempo para llegar a la casa también fue importante, ya que anteriormente se tardaba hasta hora y media para hacer el cruce en el camión y ahora es cuando mucho media hora.
Otro de los efectos positivos de los cambios fue para los negocios señaló Mónica Cabrera, quien dijo que el túnel de ingreso y salida desde la carretera a Chapala “es una buena idea, porque ya no hay más choques, antes había mucho más choques de este lado y con eso es más fácil salir a la carretera sin ningún problema”.
Ella recuerda diversos accidentes y en especial el del tráiler que “chocó en lo que antes era la entrada y salida, al chocar mató a una menor” de la casa y estos cambios ayuda “mucho al comercio ya que nosotros llevamos muchos pedidos al hotel” sin dar tantas vueltas y “está muy bien ese túnel pero a veces cuando uno anda en las motos es un poco peligroso porque pueden asaltar” ya que le hace falta iluminación.