En su edición 33 y con India como país invitado, la Feria Internacional del Libro 2019 (FIL) arrancó oficialmente este sábado. Entre visitantes, escritores, editoriales y múltiples actividades a desarrollarse en los pasillos de la expo, el caos de cada año también se hizo presente en aquella zona más oculta para el público: la sala de prensa.
Si bien no es por todos conocido el ambiente que se genera en esta otra parte de la FIL Guadalajara, en donde por cierto también se dan cita escritores y demás personajes del mundo cultural -además de colegas de los medios-, para Adán Hernández, quien el último par de años le ha tocado experimentar otra faceta de la feria, el panorama es completamente diferente al que se vive afuera.
Desde hace cuatro años le ha tocado colaborar en la FIL, sin embargo, desde hace dos ha sido el encargado de proveer café a docenas de medios de comunicación, en un afán de aligerar la celeridad con que reporteros viven el día a día en sala de prensa.
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"La ha experiencia ha sido muy buena. Hay unos reporteros muy amables y otros acelerados, más cuando se toman más de tres expresos dobles. Hoy en la mañana llegué y empezamos a acomodar los garrafones en las máquinas y echarles café para que empiecen a funcionar, y aquí acompañamos con un cafecito americano, un expreso, y que de repente piden un té, una galleta o una naranja, si se puede se los trae uno".
Para Adán, quien disfruta realmente lo que hace, el estar en esta zona de la FIL le permite no solo conocer el estilo de vida frenético en el que muchas de las veces reporteros se encuentran por la temporada, sino que le da la oportunidad de vivir experiencias, hacer amistades y aprender otros aspectos a voz de escritores que muchas de las veces también se acercan por un café.
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"Te relacionas y conoces a mucha gente, desde servicio social, reporteros que te ven algunas veces en la calle o los ves por acá y no saludamos. De repente oyes entrevistas, de repente unos hablan aquí y otros allá. Vives algo diferente, que tienes ganas de seguir viniendo. He disfrutado más aquí en cafetería".
Sin embargo, no todo es café y charlas, ya que cuando sus horarios se lo permiten se da una vuelta por los concurridos pasillos para buscar alguna novedad. Aunque todavía no ha tenido oportunidad de hacerlo, confía en que en los siguientes días pueda darse una vuelta para conocer de paso el stand de India.
Con dos ayudantes, una en la mañana y otra en la tarde, que le facilitan la labor a Adán, se estima que al día tan solo en sala de prensa por día se consumen alrededor de 180 litros de café americano, lo que equivalen a cerca de 675 vasos repartidos en una jornada normal de FIL.