Leer varios libros de poesía y aventurarse a escribir sin pensar en si le va a gustar a los demás es el consejo que dio la ganadora del Premio FIL en Lenguas Romances, la mexicana Coral Bracho a todos los jóvenes que se reunieron con en el encuentro llamado Mil Jóvenes con.
Fue así que les dijo que se animen a “decir lo que quieran decir, lo que sienten, lo traten de decir uno tengan miedo de que no guste o de que esto a lo mejor no es poesía, háganlo, pero lo que sí les recomiendo es que lean mucha poesía porque eso les permite saber si lo que están haciendo podría estar mejor o corregir ciertas cosas a raíz de lo que ustedes ven en otros poetas”.
Te puede interesar:
Insistió que no deben de tener miedo a que a los demás no les guste sus escritos o digan que no es poesía, “díganlo como ustedes quieran decirlo y ustedes corrijan si pueden corregirlo desde su propia mirada e irán avanzando en otras cosas, irán cambiando y no tengan miedo”.
Recordó que ella comenzó a escribir de una manera “muy descabellada” y la primera persona mayor que ella vio su escrito se sorprendió con el contenido porque lo había hecho de una forma rara para ese momento y le dijo que estaba impresionado pero que no debía retroceder, al contrario necesitaba seguir adelante y no escuchar a quien le dijera que no era poesía, hecho que sí sucedió, pero hubo mucha gente que le gustó, pero lo importante para ella no era si gustaba o no su obra, sino seguir su camino de búsqueda.
También habló de su infancia antes de racionarse con la poesía lo primero que hizo fue aprender a leer y “todavía recuerdo con fascinación el librito con el que me enseñaba lectura mi mamá, era para niños más grandes pero recuerdo las imágenes, las vocales, fue muy fascinante aprender a leer y eso me llevó a leer mucho”.
Dijo que leer varias veces una misma obra, el efecto que se tenía era que ya se tenía conocimiento de lo que seguía, se vuelve a sentir.
Pero en el caso de la poesía su acercamiento lo tuvo cuando vivió en Zacatecas porque su papá era ingeniero civil y minero, ahí vivió un año, se tenía una vida de la poesía popular impresionante y más grande de edad leía novelas y poesía a los 12 años, de comenzó su pasión por la poesía, en especial cuando vivió en Francia se enamoró del sonido de las ñ palabras tal como se lo enseñó una maestra.