“Guadalajara ha dejado de ser la ciudad de las rosas para convertirse en la ciudad de las torres”, denunciaron el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y grupos ecologistas unidos en la llamada Red de Resistencia, quienes, desde el bosque de Chapultepec, de la ciudad de México, anunciaron su unión para enfrentar esos pactos entre la mafia inmobiliaria y los gobiernos, alegaron persecución oficial y pidieron la intervención del gobierno federal.
Parque de Huentitán, cerro de la Reina, Cerro del Cuatro, Bosque del Nixticuil, parque San Rafael y el propio bosque de la Primavera, forman parte de la lista de espacios verdes que sufren el embate de los desarrolladores -asegura el grupo de resistencia- y donde cuentan con la complicidad de autoridades municipales.
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Activistas, académicos, ambientalistas y estudiantes se pronunciaron en contra de los atropellos, el abuso de autoridad y la corrupción, todo en el afán de “hacer construcciones y negocios en los espacios públicos”.
Desde la Monumental puerta de los Leones del bosque de Chapultepec enviaron el mensaje al titular del Ejecutivo Federal y a las autoridades correspondientes, pidiéndoles su intervención pronta en el tema.
La Asamblea por Defensa del Agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara, El Retiro, Únete Huentitán, El Tlacuache, colectivo de colonias del Sur de Guadalajara, integrado por la colonia Morelos, Lomas de Polanco y la Echeverría; Jardines de la Paz y la FEU.
Arturo Mendoza Montaño, representante de Únete Huentitán, hizo el llamado a que “todo el mundo se entere del robo, fraude y despojo de todos los espacios públicos que existen en nuestra ciudad; a las áreas verdes, a las zonas medioambientales” y acusó que todo esto es responsabilidad “de ese contubernio entre gobierno corruptos y la mafia inmobiliaria, y los espacios propiedad de la comuna se está dando a particulares”.
De esa manera narraron uno a uno los problemas que han enfrentado, como la construcción de torres en el parque San Rafael, atentando contra el arbolado que es hogar de parvadas de loros; o los constantes incendios en el bosque Nixticuil -amenazado por la mafia inmobiliaria- y el cerro de la Reina, en Tonalá, que ha sido blanco de varios proyectos que pretenden depredar la zona.