Comerciantes del centro tapatío se unieron para exigir la liberación de Roberto Uriel Flores Carvajal, detenido el pasado sábado mientras vendía en su puesto ambulante cerca de la Catedral.
Expusieron que la detención fue injusta, pues cuentan con un permiso para laborar en el primer cuadro tapatío donde desde hace décadas vende elotes acompañado de su familia.
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Su esposa, Silpa Betsay Mata Vélez señaló que eran casi medio centenar de empleados municipales, entre inspectores y policías los que llegaron a pedirles que dejaran de vender.
“Empezaron a jalar el carro, empezaron a jalar a mi esposo, lo aventaron al piso, lo pisaron; a mí me encerraron en un local, un policía me aventó una placa de metal, fue algo horrible”.
Aseguró que tiene pruebas para demostrar que él no golpeó a ningún funcionario público, pues hay fotografías y videos, y pese a ello se le acusa de agresiones hacia la autoridad.
Su puesto estaba instalado en Colón y Morelos, pero asegura que no recibieron información sobre el retiro de su mercancía.
“Nosotros somos comerciantes del día, siempre, siempre hemos trabajado, ilegal o legal, siempre hemos sacado para nuestros hijos, que estaban ahí y le gritaban a su papá y a ellos no les importó nada, ni que hubiera menores de edad, ni personas de tercera edad”.
Asegura que eran “más de 50 elementos empistolados y hay videos desde el principio hasta el fin y quiero que con pruebas me digan mi esposo a quién golpeó, por eso quiero y exijo la libertad de Roberto Uriel Flores Carvajal y que nos dejen de hostigar, porque nosotros sabemos qué es lo que está pasando”.