TEPIC, Nayarit (OEM-INFORMEX). - este jueves por la mañana un grupo de indígenas de la colonia Chimave, marcharon desde el Plaza del Músico hasta la Presidencia de Tepic, el objetivo fue solicitar al Ayuntamiento que les otorgue certeza jurídica del predio donde se han asentado, en el cual, precisamente en la parte alta las familias tienen 9 años y en la baja alrededor de tres.
El vocero de los indígenas, Rubén Ávedro Medrano, explicó que este terreno de más de una hectárea está ubicado por la colonia Emilio M. González y dado a que no tienen las escrituras de este, varias personas se han ostentado como dueños, sin embargo, tampoco ellos cuentan con uno, por lo tanto, les urge regularizar la situación, para evitar que los saquen de ahí.
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De igual manera indicó que requieren que el gobierno municipal les apoye para introducir los servicios básicos, como el agua potable y el drenaje, así como también el empedrado de las calles, lo cual no ha podido ser posible, porque no tienen la titularidad del terreno en donde a levantando humildes hogares, es por eso que piden que les regularicen, para comenzar a realizar los contratos con SIAPA como con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Según sus palabras: Lo que menos les interesa es entrar en una disputa con el Ayuntamiento como con el Gobierno del Estado, es por eso que pacíficamente han marchado con el objetivo de plantear sus necesidades, pero sobre todo que respeten su área, en la que habitan más de 100 familias indígenas.
El miércoles por la noche, indicó que policías estuvieron merodeando por el asentamiento y temen que lo que querían era amedrentarlos, por lo que también exigen respeto y que la fuerza pública no se use en su contra.
El secretario general de gobierno, Rubén Ávedro Medrano, por su parte, indicó que es imposible que se les pueda escriturar, debido a que el lugar en donde habitan, está contemplado como de alto riesgo, pues este cerro podría presentar derrumbes.
Para concluir, el funcionario recordó que el predio ya había sido desalojado y a sus habitantes se les reubicó, pero nuevamente se pobló, pese a las advertencias de peligrosidad que representa el vivir ahí.