Con diversos filtros sanitarios este domingo se reinstaló El Baratillo. Aunque personal del municipio rondó la zona para suscitar el cumplimiento de las medidas sanitarias, de cara a la pandemia, algunos comerciantes y clientes lograron evadirlas.
Tras un recorrido hecho por El Occidental se constató el regreso de las actividades de uno de los tianguis más grandes de la ciudad, sin embargo, para poder hacerlo locatarios se comprometieron a seguir una serie de indicaciones que no en todos los aspectos se cumplieron.
En zonas de ropa especialmente, visitantes aglomeraron puestos sin respetar la sana distancia, mientras que otros más, saltándose los filtros colocados en diversas partes, ingresaban al tianguis por las banquetas a fin de evitar los controles de temperatura o que les dijeran algo por no llevar el cubrebocas.
El viernes pasado comerciantes de tianguis como El Baratillo o el de Polanco se manifestaron para exigir que se les dejara trabajar, en ese sentido, autoridades del gobierno de Ismael del Toro Castro los recibieron y tras un diálogo tianguistas se comprometieron a cumplir con todas las medidas de sanidad, en un afán de evitar focos de contagio por coronavirus.
No obstante, y en los puestos más centrales del tianguis, se observó que mismos comerciantes no traían bien puesto el cubrebocas o simplemente no lo llevaban. Situación similar que se vivió en el tianguis de Polanco, en donde la sana distancia tampoco fue algo muy aplicado entre visitantes.
De acuerdo a autoridades de Guadalajara este domingo se instalaron 5 filtros sanitarios en El Baratillo y 2 más en el tianguis de Polanco. Además de tomar la temperatura, en varios más también se repartió gel antibacterial.
La recomendación por parte del Gobierno de Guadalajara es que a estos lugares solo acuda una persona por familia, se evite llevar a personas de riesgo, que en todo momento se use el cubrebocas, y se respete la sana distancia, para evitar la propagación del virus.