La pérdida de empleos formales y no formales se agravó este año debido a la contingencia, sin embargo, desde el año pasado, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya se observaba un estancamiento económico ante la falta de una política en la materia que en verdad funcionara, consideraron académicos de la Universidad Panamericana.
Como parte del diálogo semanal que tienen expertos, en esta ocasión abordaron el tema de la crisis y la pérdida de empleo, en donde señalaron que al menos en lo que va del 2020, particularmente desde abril, se han perdido 843 mil empleos formales.
"Esto no es un fenómeno nada más que nos llegó por el coronavirus, sino que ya traíamos una caída sostenida en la creación de empleo formal. La economía formal no estaba funcionando desde todo el año pasado, y la crisis lo que ha hecho es destruir de manera acelerada el empleo. Creo que muchos de estos empleos formales son consecuencia de un nulo programa de apoyo al empleo y a las empresas", manifestó Israel Macías López.
Manifestó que de seguir esta tendencia de nulo apoyo por el gobierno federal, la pérdida de empleos formales en el país podría superar los 3 millones.
En ese sentido, la experta Nora Ampudia Márquez refirió que en la última encuesta telefónica de ocupación y empleo de INEGI, de marzo a abril, se tiene registrado que 12 millones de personas dejaron de participar en la fuerza laboral: 2 en empleos formales, y 10 en la informalidad.
"La caída en la ocupación fue del 20.8 por ciento, 36 por ciento perdieron el empleo de forma parcial o total, y 50 por ciento estaba en las microempresas. La tasa de participación económica cayó un 47.5 por ciento, y las personas que desean trabajar más tiempo aumentó a 11 millones en un mes, es decir, personas que ya tienen un empleo y están buscando adicionalmente más horas de trabajo".
Detalló que la tasa de subocupación pasó de 9.1 a 25.4 por ciento de marzo a abril, lo cual corresponde a personas que trabajan menos de 8 horas diarias y que no tienen todas las prestaciones, o que ganan menos de un salario mínimo.
"La población desocupada subió a 2.1 millones de personas, y la no ocupada pero dispuesta a trabajar aumentó en 20 millones. Por su parte, la informalidad laboral cayó 8 por ciento, porque pasaron a ser no económicamente activos".
Al respecto, expertos coincidieron que estas terribles pérdidas se agravarán de no existir apoyos de la federación y una política de gobierno enfocada más a todos estos sectores.
"Según se está combatiendo la pobreza con los subsidios que se están entregando, pero en términos reales la pobreza va a incrementar y va a incrementar sustancialmente porque no existe una política clara de combate a la pobreza. No es lo mismo entregar una dádiva, un subsidio, que realmente resolver la pobreza empoderando a las personas o a las empresas, para poder mantener las fuentes de ocupación", agregó la académica.