Cuando entra a un estacionamiento con la primera impresión ¿se siente seguro de dejar su auto; se da cuenta si hay letreros que le indiquen la tarifa por hora y si es que cobran por fracción; si es de primera, segunda o cuarta categoría; si tiene seguro contra daños o si cuenta con los areneros y extinguidores necesarios, pero está de acuerdo con lo que paga por el tipo de instalaciones a las que llega?
Entre los municipios de Guadalajara y Zapopan hay 749 espacios que han solicitado la categoría de estacionamiento pero en este 2023 sólo 378 en Guadalajara y 80 en Zapopan solicitaron el refrendo de su licencia, según datos proporcionados por las direcciones de Inspección y Vigilancia de ambas demarcaciones.
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En Guadalajara el Reglamento de Estacionamientos define las categorías a las que puede acceder un estacionamiento, marca los requisitos mínimos a reunir para poder obtener la licencia, las obligaciones a las están sometidos los establecimientos con sus clientes y muchos de ellos no las cumplen o no se ven a simple vista que las cumplan.
Estacionamientos inseguros
Pero hay sitios que por sí solos ya se pueden considerar de riesgo debido a la falta de iluminación en su interior o a las fugas de agua cerca de las instalaciones eléctricas, tal es el caso del estacionamiento que se ubica en el Expiatorio el cual carece de la suficiente iluminación, no se nota la instalación de los extinguidores, constantemente las puertas de las salidas están cerradas con llave y sólo funcionan un par de ellas, no se ve vigilancia interna y en el segundo nivel se observan autos abandonados, en alguna ocasión había de los llamados de alta gama o de lujo.
Según las especificaciones marcadas en el reglamento, los estacionamiento se pueden considerar de primera cuando el edificio de dos o más niveles cuente con estructura, techo y pisos de concreto y con topes de contención para vehículos en un 75% de la totalidad de sus cajones.
Los de segunda son predios o edificios adecuados para este fin con la totalidad del predio techado, circulado en su totalidad y con piso de concreto o de asfalto.
Los de tercera son predios o edificios con techumbre sólo en el área de cajones, con piso de concreto, asfalto o pavimento, empedrado tradicional o zampeado circulado al menos con malla metálica de 2.10 metros de altura a su alrededor.
Y están los de cuarta, que son espacios que puedan utilizarse como estacionamiento con piso de asfalto, concreto, grava o empedrado y que se encuentre circulado al menos por malla metálica de 2.10 metros de altura a su alrededor.
Sin embargo en algunos de estos lugares el piso de rodamiento está en malas condiciones, no está nivelado, no se ven las líneas amarillas de división de cajones; los letreros con las tarifas están medio escondidos o en una pared lateral, tienen basura; los elevadores se descomponen o su capacidad es mínima. Pero lo que más pega en la economía de los usuarios es que la mayoría de ello no cobra por fracciones de 30 minutos después de la primera hora de uso del servicio.
Estacionamientos riesgosos
Algunos de estos problemas se podrán ver en estacionamientos ubicados sobre avenida Chapultepec sobre Guadalupe Zuno; en las plazas comerciales en los que tienen varios niveles y que le apuestan mucho a la iluminación natural; otros no tienen elevadores y dificulta el uso para las personas mayores o con alguna discapacidad, para quienes llevan hijos y las carreolas, aspectos a los que pocas veces les ponen atención.
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Además el mismo reglamento de estacionamiento establece que es necesario que se cuente con herramientas y aditamentos de protección como extinguidores o hidrantes, botes areneros, palas, señalamiento de cajones, velocidad máxima permitida. En el caso de permitir el uso de carritos de supermercado o cualquier medio de transporte de mercancías dentro del estacionamiento deberán contar con las medidas de control para recolectarlos garantizando que no sean abandonados sin ninguna forma de control.
Los empleados deberán portar una identificación visible al público que contenga nombre completo, fotografía, cargo y razón social del estacionamiento para el que trabaja y en casi todos los lugares no se cumple con este último requisito, no se sabe quién atiende, quién recibe el automóvil o quién cobra o bien cómo se llama la empresa que opera el espacio.