El Gobernador Enrique Alfaro Ramírez condiciona el inicio del diálogo con la Universidad de Guadalajara sólo si se cumplen tres premisas irrenunciables y únicamente se centre en los intereses de la institución dejando fuera el reparto de posiciones políticas y del partido Hagamos.
En una carta abierta a la Comunidad Universitaria y a los jaliscienses el mandatario cuestiona que la petición de diálogo hecha por el rector Ricardo Villanueva Lomeli, cuando aún se siguen enviando jóvenes a marchas a Casa Jalisco o cuando el “grupo que controla a la Universidad ha buscado provocar y generar enfrentamientos”, mencionó.
Es por eso que condiciona el inicio del diálogo con las autoridades universitarias a tres premisas que considera irrenunciables y sobre todo que se centren en la discusión de las necesidades educativas e infraestructura que sirva a los alumnos.
Es su documento busca que la primera condición que se pone es que “no negociaremos con la Universidad posiciones políticas en el Gobierno, ni nombramientos de magistrados o jueces en el Poder Judicial, ni espacios en los organismos constitucionales autónomos, como se hacía en el pasado”.
Además tampoco podrán negociar con la Máxima Casa de Estudios de Jalisco “asuntos relacionados con el partido político que crearon recientemente. Si hemos de dialogar, será sobre los temas que competen a las funciones sustantivas de la Universidad”.
La segunda premisa innegociable es que “no signaremos recursos públicos para los negocios del grupo que controla la Universidad. Como dijimos desde el principio: a la Universidad le demostramos nuestro amor invirtiendo en la infraestructura que les sirve a los universitarios, en mejores condiciones laborales para sus trabajadores y en los proyectos que verdaderamente sirvan para formar a las nuevas generaciones de jaliscienses”.
Y la tercera condicionante para comenzar a dialogar es que “no puede haber una mesa de diálogo mientras los edificios universitarios estén vestidos con lonas llenas de mentiras, ni mientras los estudiantes y la comunidad universitaria estén siendo usados para, con engaños y desde la calle, seguir confrontando a la Universidad con el Gobierno”.
Dentro de todo este contexto Alfaro Ramírez que aseguró que a la Universidad le tiene un profundo cariño, producto de la enseñanza que le dieron su papá y su mamá, porque en ella estudio y conoció a sus mejores amigos que hoy en día lo acompañan en su proyecto político, por eso desde todas las posiciones políticas que ha desempeñado “he apoyado a la comunidad universitaria y he demostrado mi cariño por la institución”.
Sin embargo no dejó pasar la ocasión para reiterar que siempre ha levantado la voz y luchado por que la Universidad “sea libre y cumpla con su función sustantiva respondiendo única y exclusivamente al interés del pueblo de Jalisco”.
Es por eso que cuestiona el llamado que le hace el rector Villanueva Lomelí para sentarse a dialogar temas de infraestructura y dejar fuera los recursos para el Museo de Ciencias Ambientales. “Me cuesta trabajo creer en la voluntad de diálogo que expresa el rector cuando, en las últimas tres ocasiones en que hemos arrancado obras en beneficio de la comunidad universitaria, el grupo que controla a la Universidad ha buscado provocar y generar enfrentamientos. Cuesta creer en la voluntad de un diálogo institucional serio cuando se usan mentiras y engaños cotidianamente que solo abonan al conflicto”.
Finalmente, dijo que no va a permitir que sé que utilice a la Universidad para hacer negocios y acumular poder.” Así de claro. Los jaliscienses conocen cómo soy. Saben que tengo carácter, que doy la cara y sé dialogar, pero sin mentiras. No rehúyo a los problemas. Por eso quiero dejar claro que nosotros no le quitamos ni un peso a la UdeG y la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos dio la razón”.
Es por eso que si el rector Ricardo Villanueva acepta estas premisas y “quiera platicar de los temas que le interesan a la Universidad, sabe que las puertas del Gobierno de Jalisco estarán siempre abiertas y aprovecho para dirigirme a los jaliscienses, que son quienes pagan por su Universidad: a pesar de las diferencias que pueda tener con el grupo que controla a la UdeG, en mi gobierno hemos apoyado más que nunca a la Universidad, incluso más de lo que por ley nos corresponde”.
Aseguró que lo que busca es que los hijos de los jaliscienses tengan un lugar en la Universidad. “No quiero que cada año la UdeG rechace a la juventud que es el futuro de Jalisco simplemente porque prefiere invertir en conciertos de música, desplegados y marchas y no en profesores y aulas. Es intolerable que cada año 64% de las y los jóvenes que buscan un lugar en la Universidad sean rechazado”
Concluyó al señalar que “la democratización de la Universidad le toca a su propia comunidad. Mi padre fue rector y nunca haré nada que lastime la autonomía universitaria. Es momento de que la Universidad les sirva a los jaliscienses. Estamos listos para el diálogo”.