A partir de 2017 en el Seminario de Guadalajara comenzaron a ver una baja en las solicitudes de ingreso a la institución de formación sacerdotal, informó José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, que atribuye dicha disminución entre otras cosas, a los escándalos en que se ha visto envuelta la iglesia católica.
“Estamos viviendo un deterioro en la vida de la familia, el hecho de que los papás trabajen los dos, que estén ausentes del hogar, muchas veces hacen un ambiente y que no favorece las vocaciones y a lo mejor también el tema de los escándalos en la iglesia, que ahora por los medios son sumamente transmitidos y conocidos, puede ser un factor por el que los jóvenes no se sientan animados”.
Esa baja es del 5% aproximadamente, explicó Robles Ortega, quien atribuyó también a la cantidad de hijos que ahora tienen las familias, que igualmente ha disminuido.
Chécalo:
“Son varios factores, uno es efecto en la disminución del número de hijos por parte de los matrimonios de hace años para acá, que está pegando en el número de vocaciones, porque no es lo mismo de dos hijos o un hijo que dice querer ser sacerdote a cuatro o seis hijos, que los papás apoyan con gran facilidad cuando son varios los hijos o cuando es el único hijo”
Explicó además que al año se ordenan alrededor de 35 sacerdotes, lo que representa entre 15 y 20% de los que ingresaron al Seminario, donde constantemente actualizan su matrícula, de acuerdo a las condiciones que se viven en el país y en cada ciudad en particular.
En el caso del Seminario de Guadalajara, se otorgan cursos especializados tanto en formación humana, psicológica, intelectual, académica y pastoral, con personas con experiencia en cada una de las ramas, para lo que se apoyan de la Organización de Seminarios de México y de organismos internacionales.
Ese nivel de formación, ha hecho que diócesis de otros países, como España, Estados Unidos y algunos al sur del continente, se interesen por sacerdotes que se formaron en Guadalajara.