La agrupación política nacional Confío en México entregará un escrito a los gobiernos entrante y saliente de la República Mexicana para que transparenten información de la renegociación sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En el Foro de Información y Análisis para el Crecimiento y Desarrollo Socioeconómico de la Nación, el doctor en Economía y jefe del Departamento de Estudios Económicos del CUCEA de la UdeG, Martín G. Romero Morett, destacó que Estados Unidos sigue siendo el país garante del Libre Comercio, de libre flujo, de inversión, ahora "se esté convirtiendo en el país que está atacando al sistema de comercio, al sistema financiero, al sistema monetario que él mismo creó, en detrimento de su propia legitimidad como país".
La doctora en Economía, María del Rosario Cervantes, se refirió al cambio tecnológico por la robotización de los procesos que ocurre en el sector automotriz, y apuntó que ello está provocando que las empresas tengan que decidir entre seguir produciendo con mucha mano de obra barata en un país en desarrollo o relocalizar el proceso productivo de ensamblaje principalmente hacia los países desarrollados, dueños de la tecnología de robotización para ahorrar más.
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Salvador Cosío Gaona, presidente de Confío en México, manifestó que "no quiere que se negocie al vapor, que no por querer ponerse la medalla de que se culminó una renegociación antes de terminar el Gobierno de Enrique Peña Nieto se negocie con concesiones que no son las adecuadas para la economía mexicana”.
Agregó: “No que por evadir la responsabilidad de firmar el Tratado, el nuevo Gobierno pretenda incidir para que salga pronto sin revisar los puntos finos sólo para no cargar con el costo de lo que pueda venir".
Cosío Gaona añadió que si no hay condiciones para renegociar es preferible que no lo hagan "y los mexicanos se atengan a las reglas del convenio, el cual especifica que si alguien quiere salirse deberá avisar con seis meses de anticipación para que entre en vigor la cláusula de extinción”.
Externó que “de fondo preocupa un sometimiento inadecuado hacia la voluntad del vecino País del Norte, que impere un temor reverencial y se deje de lado el que se pueda afrontar una negociación o renegociación con la fuerza de un país que tiene mucho que dar en la sociedad trilateral, y el temor es que haya una concesión más allá de lo normal en el tema de los componentes regionales de la industria automotriz, que no se ahonde en los temas ambientales con las industrias, que al amparo de que se dice que se gana poco en México por eso tenga que dársele preferencia a las manufactureras de quienes pagan mejor y que se lleven las preferencias en los aranceles".
