Primero se aseguró que no, pero después sí se aceptó que se desaparece el Sistema Municipal Anticorrupción de Tlaquepaque, al entrar en un periodo de 90 días de receso, reflexión y análisis para determinar cuál es el diseño ideal para el municipio, aseguró el síndico municipal, José Luis Salazar durante la sesión de cabildo y en donde los regidores de oposición aseguraban que sólo se aprobaba desaparecer este órgano con el argumento de que no cumplió las expectativas y era una carga fiscal.
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“No vamos a desaparecer el sistema, es la reestructura, no se acaba el combate a la corrupción, sino al contrario se tiene que hacer un diseño para seguir el mismo”, indicó el abogado del Ayuntamiento de Tlaquepaque.
Según el funcionario y los argumentos que se dan para este alto en el cambio del Sistema se debe a que “es un diseño institucional, obeso, que no alcanza a cumplir los objetivos de manera eficiente y benéficas” y desde su punto de vista era un cinturón que amarraba al municipio. El diseño como está, no es el adecuado, mucho se ha comentado también y quiero aclararlo para que quede constancia también de que no se no se está desapareciendo el sistema porque cuál es el sistema”.
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Sin embargo, la regidora independiente, Daniela Chávez, aseveró lo contrario al leer parte del dictamen en donde se indicaba claramente que se aprobaba la abrogación del sistema y de todas sus estructuras, situación en la que no le quedó más que al síndico que aceptar que la estructura si se desaparecía, pero no los objetivos de combate a la corrupción.
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Así entre reclamos de algunos regidores de oposición de que sería un grave retroceso en materia de transparencia y la poca atención que ponía a los argumentos la presidenta María Elena Limón ya que se untaba crema en la boca, volteaba para todos lados no mandaba mensajes desde su celular, al final salió rápido y fue imposible entrevistarla, el argumento del personal de comunicación social era que “ya se metió” a su oficina y ya no le solicitarían la audiencia para entrevista.