Enseñar la historia de Guadalajara y de Jalisco, contada a través de personajes y con vestimentas de la época ayuda para que los niños que acuden a los recorridos gratuitos que se organizan en la Presidencia Municipal de Guadalajara y otros sitios históricos, se interesen por conocerla cada vez más y preguntar sobre qué sucedió con los antepasados, señaló Javier Flores, director de la compañía de teatro del Colegio Luis Silva, y quien representa a Fray Antonio Alcalde.

Con su sotana de fraile en blanco y negro, con un cráneo que llegó a su manos tras una intensa lluvia y que lo arrastró hasta él, cuenta el porqué una de las principales avenidas de la ciudad lleva su nombre, para qué se utilizaban las instalaciones del Palacio Municipal en esa época y sobre todo el legado que dejó con los hospitales civiles.

Les llama más la atención ver al personaje platicando con ellos que quizás leer un tríptico en donde se les da la información” ya que se les hace interactuar con el persona, en este caso con un fraile anciano que platica cómo vivió y por qué lleva a todos lados el cráneo de una persona, todos esos elementos novedosos para ellos y diferentes al aprendizaje en un salón de clases es lo que les llama la atención

Una de las mayores satisfacciones que tiene es que los menores se interesan cada vez más por conocer su historia de dónde vienen y hasta invitan a los papás para regresar a conocer más, pero “sobre todo lo que más les impresiona es ve que la obra que hizo aún sigue viva y que todo eso los hizo ya como una persona adulta mayor, eso es lo que más les llama la atención, saber que sus abuelitos pueden hacer mucho a la edad que puedan tener”.

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Sin embargo, la procedencia de cada menor es un factor esencial para que se tenga el impacto deseado en ellos por la idea es que sea una actividad “lúdica, pero sobre todo y lo más importante es que ellos conozcan y aprecien que Guadalajara los hace parte de su propia historia” y eso se ve en los comentarios de los menores.

La principal inquietud o curiosidad es conocer, saber qué pasó en el pasado de la ciudad y “bueno, un niño que no tenga curiosidad, no es niño”.