A los encuestadores del INEGI les toca de todo, desde la gente que es amable, que responde, les invita un vaso de agua aunque no aceptan, hasta la que no quiere responderles, ni quieren que les peguen el engomado porque les pueden contagiar el coronavirus, ante ello los encuestadores solo mueven la cabeza, sonríen y contestan con amabilidad que ellos también se protegen con cubre bocas y gel.
Desde el inicio del Censo INEGI 2020 los entrevistadores se han topado con situaciones que van desde asaltos hasta la negativa a su trabajo, ya que la gente cree que los van a contagiar del Covid-19.
Continuamente los encuestadores se lavan las manos, se ponen gel antibacterial y en ningún momento tienen contacto físico con las personas encuestadas por lo que piden comprensión y respeto a su trabajo.
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