Llegaron las lluvias a buena parte del territorio de Jalisco y en la región Altos Sur las han aprovechado muy bien para abastecerse de agua para los próximos meses con bastante creatividad y poca inversión para llevarla a cabo.
Saben que en enero del 2025 volverá el estiaje y muy probablemente un escenario como el que acaba de registrarse este 2024 cuando el municipio desde el primer día del año entró en una sequía moderada que desde el 15 de abril en adelante pasó a una sequía severa y del 1 al 15 de junio se convirtió en extrema.
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Será el segundo año que dependen de este sistema que implementaron con el agua de lluvia. Históricamente esta zona de Los Altos ha sido afectada en los últimos años por las sequías lo que complica la producción agropecuaria, sin embargo el ingenio de algunos de los ganaderos logró que a sus animales no les faltara agua en el presente año y para este temporal de lluvias volverán a aprovecharlas utilizando la misma técnica.
Fernando Hernández Íñiguez tiene toda la vida en el campo de Tepatitlán de Morelos, municipio ubicado a una hora de Guadalajara y conocido a nivel nacional por ser el principal productor de leche del país. Las vacas de su propiedad son de la raza jersey pura cuya leche es de mejor calidad y bien recibida por varias de las empresas lecheras y dedicadas a la elaboración de distintos lácteos y sus derivados asentadas en la entidad y en el estado vecino de Guanajuato.
Captan agua de lluvia
Su sistema de captación de agua es sencillo y lo conocimos en un recorrido por su rancho donde explicó que básicamente consiste en una estructura metálica con canaletas en los costados y tubos de plástico para conducir el agua hacia contenedores capaces de almacenar miles de litros de agua.
Solo el año pasado Fernando logró captar con dicho sistema más de 300 mil litros de agua lo que fue suficiente para casi completar el año sin necesidad de pagarle a piperos por llevar agua a su rancho, donde además de vacas tiene gallinas y algunos otros animales que enriquecen a la región alteña.
“El año pasado cayeron 280 milímetros y tengo capacidad de captación de 650 mil litros; logré captar sobre 300 mil litros más o menos y con esa agua sobreviví 10 meses. Lo que usualmente se escucha que fue muy poquito, para mí fue una salvación bien grande porque de otra manera hubiera tenido que estar comprando pipas y esas cuestiones y hubiera sido costoso”, señaló.
Aprendió a medir la lluvia
Su mejor amigo en el último año fue el pluviómetro, un instrumento utilizado para medir la cantidad de agua que cae de las lluvias y le llena de orgullo compartir su experiencia pues el esfuerzo de techar su corral y hacer dos contenedores sencillos con base de plástico dio resultados por lo que confía que más ganaderos de pequeña escala se sumen al esfuerzo.
Considera el productor que “mató dos pájaros de un tiro” como se dice coloquialmente pues mantuvo bajo techo a sus animales en un municipio donde las temperaturas alcanzaron en los últimos meses hasta los 40 grados y al mismo tiempo captó agua necesaria para no vivir sequía en su rancho.
“Lo único malo es que los estanques no se pueden quedar vacíos porque son ultralivianos y en tiempo de vientos si se queda vacío se lo puede llevar un ventarrón, un remolino y era tener que estarles echando agua para que siempre tengan ese peso y no se los vaya a llevar un aire”, agregó el productor.
Sin embargo se siente orgulloso de lo logrado en este tiempo, sobre todo porque aprovechó el agua de lluvia durante un año y el siguiente utilizó lo almacenado para enfrentar el temporal de estiaje donde por desgracia se reportó la pérdida de alrededor de 30 mil cabezas de ganado en toda la región de Los Altos.
El ganado Jersey
El tipo de vacas que crían en el rancho de Fernando en Tepatitlán son de las mejor comercializadas debido a la calidad de su leche y tienen además un 17% la lengua más larga.
Para alimentarlas destina alrededor de 20 kilos entre concentrado, ensilado y pasto, casi la mitad de lo necesario para alimentar a las populares vacas de manchas blancas y negras que también abundan en la región.
Dice que para él las vacas que tiene son lo más importante porque de ahí se mantiene su familia y su bienestar va de la mano con la calidad de vida de sus descendientes.
“De repente me causa un poquito de conflicto con mi familia porque le digo a mi esposa que primero son ellas (las vacas) porque estamos enfocados a cualquier cuestión, de repente una salida familiar y una vaca se puso mala pues le digo que se vaya ella porque yo tengo que hacerme cargo de los animales, porque son parte importante de la familia y dependo más yo de ellas que ellas de mí, aunque yo haga toda la chamba yo las necesito más a ellas que ellas a mí”, comenta entre risas el hombre apasionado por el trabajo que realiza a diario.
Las cabezas de ganado literal como parte de esa clásica escena en el desierto han dejado de formar parte de esos escenarios que sólo reflejaban sequía y muerte. Hoy las vacas al menos en Tepa sobreviven con agua de lluvia. Y es que quienes se dedican al cuidado de ganado no tienen día de descanso, sobre todo aquellos que son pequeños productores como Fernando y sin importar que el ganadero se enferme, salga de vacaciones o tenga algún asunto familiar qué atender, las vacas comen y requieren de cuidados.
La región lechera de Los Altos es la más importante
Datos de la Secretaría de Desarrollo Rural en Jalisco refieren que la entidad produce el 20 por ciento de la leche de todo el país lo que representó hace un año 2 mil 698 millones de toneladas de leche.
Las regiones Altos Norte y Altos Sur producen mil 796 millones de toneladas equivalente a dos terceras partes de lo generado en todo el estado y es Tepatitlán de Morelos el municipio de Jalisco que más leche otorga con 379 millones de litros lo que representa el 14.4% de la producción de leche de todo el estado.
Y fue el sistema de Fernando y la calidad de su leche el que le mereció el reconocimiento como productor Margarita, un programa impulsado por Danone para garantizar el esfuerzo de ganaderos a quienes les compran la leche todos los días para la elaboración de yogurt de la compañía en todas sus presentaciones con su distinguido sello mundial.
“Antiguamente el productor se basaba en el agua del pozo, en el agua del río y lo que captara a través de los bordos pero la solución está aquí y es un ejemplo palpable de que se puede hacer algo y de que un tejaban así con esas dimensiones puede abastecer durante un año si se sabe manejar bien el agua” agregó Rodrigo Alcázar, veterinario y gerente de desarrollo agropecuario de la empresa.
Destacó el trabajo y el ingenio de productores de los Altos de Jalisco donde de lunes a domingo ordeñan cientos de vacas para obtener miles de litros de leche necesaria en la elaboración de los productos lácteos y todos sus derivados que se venden en México y buena parte del continente americano.
“La ganadería está estigmatizada porque es un gran gasto de agua, pero también aquí se puede cosechar agua a través de instalaciones para refugiar a nuestros animales”, agregó el veterinario encargado de la región quien conoce todas las granjas que existen en Tepatitlán de Morelos y de otros municipios aledaños y da fe del esfuerzo que día a día realizan sus propietarios por cumplir los estándares.
Por sequía murieron animales
En el último año se calcula que alrededor de 30 mil cabezas de ganado murieron a causa de la sequía en Jalisco, donde las lluvias apenas comenzaron a caer.
A decir de José Antonio Ruelas Pérez, presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco, fue complicada la situación para quienes se dedican a la producción de ganado y de alimentos del campo.
Esto porque primero hubo temperaturas altas y con ella llegó la sequía en los bordos o represas construidas para la hidratación de sus animales que están en muy bajos niveles y prácticamente secas aún, indicó en entrevista con EL OCCIDENTAL el representante de los ganaderos en la entidad.
“A las temperaturas altas el ganado normalmente está acostumbrado, a lo que no está acostumbrado es a no tomar agua ni se va a acostumbrar y tuvimos bastantes problemas en la mayor parte del estado porque la mayoría de la bordería se secó y los campesinos, agricultores y ganaderos tuvieron que estar acarreando agua y eso representa un gasto considerable aparte del desgaste de los vehículos”, destacó sobre la situación.
Sobre el sistema de recolección de agua que implementaron algunos ganaderos en Tepatitlán de Morelos en la región Altos Sur de Jalisco mediante canaletas desde el techado de sus corrales, dijo que es una medida positiva.
“Todo lo que sea en beneficio de la captación de agua es bienvenido y funciona, es recomendable pero eso es con la gente que tiene el ganado semi estabulado o estabulado, el problema es los que tenemos el ganado en el cerro”, manifestó.
Se estima que en Jalisco hay más de 100 mil ganaderos distribuidos en prácticamente todo el estado, la mayoría de ellos en Tepatitlán de Morelos y Atotonilco, ambos municipios alteños.
De ese padrón alrededor de 16 mil se dedican exclusivamente a la producción de leche, convirtiendo así a Jalisco líder en a nivel nacional.
Mientras que el resto a la producción de carne de bovino en los diferentes sistemas de producción como becerro destetado, torete para repasto, pie de cría y finalización en corral.
Jalisco líder
En el 2023, de acuerdo a lo señalado ese año por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), Jalisco es el principal estado generador de leche a nivel nacional, con 2,061.7 millones de litros aportados hasta septiembre de este año; en cárnicos bovinos ocupa la segunda posición con 193,478 toneladas. De ahí la importancia que representa en el país.