En una ciudad donde 8 de cada 10 casas fueron construidas en donde no se debía y 4 de cada 8 invadieron zonas ambientales, además de que los vehículos se han incrementado a un tres por uno, es necesario un viraje urgente en las políticas públicas para construir ciudades sostenibles, inclusivas y resilientes.
Así lo concluyeron especialistas participantes en el Foro Urbano FUZ Zapopan 2021 que tiene el tema central de “El Futuro de las Ciudades en América Latina y México” y donde participaron la Subsecretaria Martha Delgado Peralta, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México y presidenta de la Primera Asamblea del programa de las Naciones Unidas para Asentamientos Urbanos ONU Hábitat y el arquitecto Román Guillermo Meyer Falcón, titular de Sedatu.
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Por la Universidad de Guadalajara estuvo el rector general Ricardo Villanueva Lomelí y la rectora del Centro Universitario de Tlajomulco, Irma Leticia Leal Moya, además del arquitecto Horacio Urbano Clava, presidente del Centro Urbano, y Héctor García Curiel, director de Patrimonio de la UdeG y coordinador general del foro.
El conjunto de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara fue el escenario del evento donde el rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, fue enfático al señalar “no tengo duda que los seres humanos hemos diseñado las ciudades, pero a partir de hoy las ciudades van a diseñar seres humanos y por eso tenemos que planearlas y pensarlas; porque es muy diferente vivir en una ciudad donde la plaza pública es el patio de tu casa, a vivir en una ciudad donde todos necesitamos un jardín privado, un carro privado, un espacio público privado y donde nos tenemos que encerrar para poder obviar los problemas de países tan desiguales como los latinoamericanos y que la solución que unos se tengan que encerrar y otros tengan que vivir la violencia, la pobreza y la crisis de las ciudades”.
Villanueva recordó que el Área Metropolitana de Guadalajara es una de las tres ciudades de México con el índice persona-auto más alto del país y que ha perdido 200 mil habitantes en 25 años, en un drama urbano, donde el 80% de las fuentes laborales están en el centro y las viviendas en la periferia, convertidas en verdaderos dormitorios, “donde todos tenemos que entrar a trabajar y salir por la noche a dormir, pero sin transporte público”.
Ricardo Villanueva también habló de los contrastes de Zapopan que tiene el precio del metro cuadrado más alto del país, pero con una desigualdad terrible al interior; y recordó que Jalisco tiene en Zapopan el quinto municipio más rico del país, pero también en la zona norte el quinto más pobre.
Como también, aclaró, en Jalisco se tiene otro caso ejemplar como Tlajomulco de Zúñiga, el municipio que más ha crecido en los últimos 30 años en todo México, pero que hoy tiene miles de viviendas abandonadas por sus dueños que se dieron cuenta de que vivir así era “un infierno” y entonces “en Guadalajara tenemos escuelas sin niños y en Tlajomulco tenemos niños sin escuelas”.
Eduardo López Moreno, director de Investigación y Construcción de Capacidades de ONU Hábitat, habló sobre el impacto del cambio climático y ahora por el Covid-19 en las ciudades del mundo.
El 93% de los muertos en los conflictos bélicos en los últimos 20 años, se dieron en las ciudades, “entonces son el espacio del bien y del mal, son el espacio de la pobreza y también de la reducción de la pobreza”.
Destacó el especialista que de acuerdo a los estudios de ONU Hábitat en los últimos 15 años hubo más nacimientos de autos que de niños, a un dos por uno, “mientras nacía un niño nacían dos autos, y esto conlleva a que la urbanización aumenta y la quema de combustibles aumentó en un 500 por ciento”.
En México, destaca, “en los últimos 20 años, ocho de cada diez viviendas se hicieron donde no deberían, es decir, solo dos marcaron cierta norma de regulación y respeto; además cuatro de estas ocho, es decir, la mitad de ellas, se construyeron en zonas que debieron haber sido de protección medio ambiental” y en consecuencia, advierte, el futuro que nos espera “es de un modelo insostenible medioambientalmente hablando y sin duda en la generación de ciertas rentas sociales y económicas, y de preservar una ecología más o menos respetuosa”.