Urge buscar de forma intencionada a pacientes con hipercolesterolemia familiar para prevenir muertes cardiovasculares
La hipercolesterolemia familiar, es de mayor riesgo cardiovascular, sin embargo, no se diagnostica ni se trata a tiempo de acuerdo con las guías contemporáneas; un problema de salud que se presenta en uno de cada 200 personas “aparentemente sanas”.
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En México se desconoce cuántos individuos viven con esta condición, cuando, un estudio reciente muestra que uno de cada 30 defunciones tenía este padecimiento.
Durante la V Cumbre Latinoamericana del Colesterol, el doctor Carlos Aguilar Salinas, adscrito de la Unidad de Investigación en Enfermedades Metabólicas, Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”, indicó que se realiza un registro mexicano de hipercolesterolemia familiar.
Los primeros resultados son desagradables, lamentó el especialista al señalar que en el monitoreo de 500 personas y en seguimiento 336 tuvieron un diagnóstico tardío “y en muchos casos ya han sufrido eventos cardiovasculares y que existe comorbilidades (hipertensión arterial, sobrepeso, tabaquismos) en la mayor parte de las personas”.
Además, mencionó la importancia de mejorar la calidad del tratamiento: “Muchos de ellos reciben drogas inadecuadas, manejo con monoterapia ezetimiba, el uso de fibratos y cuando se usa las estatinas se emplea de baja potencia”.
El especialista se pronunció por modificar este tipo de prácticas e incluir estatinas de alta potencia al indicar que la reducción de estos pacientes fue bajo: “Estamos lejos de lo que se espera, las guías muestran una reducción del 50% cuando solamente se observó de 28% en la concentración de colesterol LDL que resulta tratable”.
Para lograr el objetivo en c-LDL, los pacientes adultos con hipercolesterolemia familiar necesitan reducir al menos un 40-50%. El tratamiento debe otorgarse desde la adolescencia para mejorar la calidad de vida.
En el país, comentó no se hace el diagnóstico al ser una condición asintomática, se requiere hacer un perfil de lípidos, una exploración física sistematizada y la evaluación de la historia familiar.
“Cualquiera persona que tenga colesterol por arriba de 190 o 300, con historia familiar de cardiopatía isquémica o lesiones en la superficie de tendón de Aquiles, hay que buscarlas de forma intencionada, y con ello mucho de los pacientes cerca de la mitad podemos identificarlos aun sin contar las pruebas de laboratorio”.
Un estudio epidemiológico, demuestra que, por cada 31 eventos de cardiopatía isquémica, uno está relacionado a hipercolesterolemia familiar; uno de cada 15 eventos de cardiopatía isquémica prematura y uno de cada 14 casos que tienen hipercolesterolemia severa está relacionado con esta patología.