Dos personas al día, en promedio, son privadas de su libertad o “levantadas”, la gran mayoría en un modus operandi similar a los casos donde las víctimas han sido encontradas dentro de las llamadas “casas del terror”. El fin: someterlos a interrogatorios y obtener información de quienes, como ellos, venden droga o les surten. Es el resultado de un combate entre dos grupos criminales que se disputan el mercado del fentanilo, el crack, cocaína y mariguana, en calles de nuestra ciudad.
El fondo conlleva destruir la maquinaria de la venta de droga y en consecuencia la primer fuente de ingreso de cada una de las agrupaciones, que por medio de esos ingresos adquiere armamento y paga a su personal.
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Las cifras a nivel nacional hablan de al menos 211 casos donde se sospecha la privación legal de la libertad de igual número de personas, esto solo en los primeros tres meses del año.
Solo en enero de 2019 fueron 81 casos, luego se dieron 69 y 61 casos, se calcula que en el mes de abril también sería de más de 60 en promedio por mes, dos casos por día, en promedio, como ocurrió en febrero y marzo.
Están reportadas entonces en este momento, oficialmente y conforme a la estadística hasta marzo, 211 denuncias, se han reportado 33 liberados de las llamadas “casas del terror” en este mismo lapso y de ahí se han sacado 40 cuerpos, y por lo tanto se podría hablar de que por ahí hay unas 140 personas de las que aún se desconoce su paradero.
Las denuncias se presentan por familia, pero hay casos donde se informado que entre 14 y 20 personas han sido privadas de su libertad en un solo día, en una misma colonia, como lo ocurrido en el mes de enero en la colonia Chulavista y donde las familias tardaron días en denunciar.
La madre de una joven que tenía varios meses de embarazo confirmó que levantó la denuncia hasta cinco días después, cuando perdió la esperanza de que su hija apareciera. Ella misma aceptó que al parecer la pareja de ella se dedicaba a actividades ilícitas.
En otros casos, los o las afectadas han reaparecido, golpeadas o con algunas amputaciones, nunca denunciaron o si lo hicieron, prefirieron no seguir con el caso, y junto con todos los miembros de su familia han decidido mudarse incluso fuera de esta entidad, de acuerdo a datos proporcionados por algunos agentes investigadores.