Por primera vez, realizan en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) de Pediatría, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco el cierre del conducto arterioso en un bebé prematuro, cuyo peso fue de 960 gramos.
Aunque se han realizado este tipo de proceso, en un paciente con peso menos de un kilogramo, informó el jefe de Cardiología, Cardiocirugía, Neumología y Angiología, Rafael García León.
Indicó que la intervención, tanto mediante cirugía abierta como mediante cateterismo, se hace de rutina en pacientes pediátricos hasta los 16 años de edad: “Este es el primer caso en un recién nacido prematuro que pesa menos de un kilogramo. El hecho de que fuera cateterismo y no cirugía redujo notablemente los riesgos y la recuperación será más rápida”.
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Por su parte, el cardiólogo intervencionista, Lorenzo Gutiérrez Cobián, explicó que “el cierre del conducto arterioso se hace por medio de una punción en la pierna, esto nos permite trabajar sin lastimar extremidades. El procedimiento fue limpio, rápido”.
Además de tenerlos los cuidados, por ejemplo, “la temperatura ambiental y la disponibilidad de un colchón térmico y de un termómetro esofágico. Estamos contentos, fue un trabajo en equipo, no solo de médicos, también de enfermería, Rayos X, camilleros y laboratoristas”.
Asimismo, la jefa del servicio de Terapia Intensiva, Mónica Márquez Galindo, indicó que el paciente estuvo intubado, su condición era muy delicada antes de la intervención. Sin embargo, luego de las primeras 48 horas de realizarse el cateterismo, la evolución fue satisfactoria y ahora, además de encontrarse con ventilación nasal, el bebé ha ganado peso.
Los cardiólogos intervencionistas que también participaron en este proceso, Jorge Luis Villatoro Fernández, Paola Leticia Castro Santiago y Ada Lilia Lacayo Molina, detallaron que cuando no hay un cierre del conducto arterioso se pueden presentar complicaciones como sagrados internos en cabeza o pulmones, así como falla cardiaca.
Por características del paciente, como su peso y el diámetro de sus venas, la atención implicó un gran reto, pero gracias al abordaje eficaz y oportuno el pronóstico es muy bueno.
Desde el 2002 a la fecha, se ha intervenido a 10 pacientes de todas las edades con esta novedosa técnica en México, debido al alto grado de especialización que se requiere, no solo en recursos humanos sino también en insumos, los cuales están disponibles en el IMSS.