En Jalisco bajaron los índices delictivos en más del 50%, aseguró José Antonio Pérez Juárez, director de Prevención y Reinserción Social durante la presentación de su libro “Refundación penitenciaria en Jalisco. Una visión humanista”.
Esto en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, donde presentó cifras al cierre del sexenio, en el cual se otorgaron 26 mil libertades y hubo únicamente 17 reincidencias.
Recordó que recibieron un sistema penitenciario “en total abandonó y con displicencia de la sociedad”, pero alcanzaron algo que a su consideración es ejemplo en otras partes del mundo, olvidándose del “castigo, aislamiento y segregación” de las personas privadas de su libertad.
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“El delito no es genético, en su mayor porcentaje es consecuencia del entorno del individuo y no de una genética y nosotros quisimos en esta obra compartir con el lector lo que significó el reto de sentirnos en una granada de tiempo”.
Expuso que hay mil 600 miembros de un solo cartel en un reclusorio preventivo, pero con herramientas como el trabajo, el deporte, la educación, el arte y la cultura, mejoraron el ambiente dentro del reclusorio.
“Un ser humano que es enclaustrado se vuelve violento y eso se estaba haciendo en el sistema penitenciario en todo el mundo y apostamos a una visión humanística, más certera y eso permitió transformar y reconvertir personas transgresoras del orden social”.
Dicho libro narra conocimientos y experiencias penitenciarias que derivaron en buenas prácticas del sistema penitenciario, agregó
Arturo Zamora, doctor en derecho y actual notario público en Zapopan, un municipio que gobernó.
Acompañando al autor del libro que estará a la venta a partir del 3 de diciembre en el stand de la editorial de Universidad de Guadalajara, aplaudió la creación de un sistema universitario “donde las personas que van a pasar determinado tiempo, pueden aprovechar este tiempo para aprender, no como antes en materia del campo, artesanos o cuestiones de obreros, sino haber accedido a las ciencias, a las artes, al conocimiento y la cultura general, elementos que permiten generar un cambio en la personalidad”.
Aseguró que se sembrará una semilla en el sistema penitenciario, que requiere continuar “porque debe seguir floreciendo para que haya personas, individuos que como ciudadanos salgan a servirle a la sociedad y no a agredir o ofender a la sociedad”.
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