Con casi cuatro décadas consecutivas, el profesor jubilado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jesús Jiménez Sánchez visita cada 2 de noviembre “Día de Muertos” la tumba de su familia en el panteón de Mezquitán en la ciudad de Guadalajara desde hace cuatro décadas.
De las más de 48 mil 600 criptas que hay en unos de los cementerios tradicionales, este domingo Jesús Jiménez acudió solo a visitar la cripta familiar, platica que desde que falleció uno de sus abuelos acude a limpiar la tumba y dejar flores
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“A mi papá y a mi mamá que ya tienen más de 20 años fallecidos y a mis dos abuelos paternos que llevan 30 años que perdieron la vida. Cada año vengo, normalmente no falló”.
Indicó que por lo general viene en familia, pero como Día de Muertos cae día hábil se le dificulta venir, y las y los integrantes de sus familias tuvieron compromisos personales, pero confió que en los próximos días acudirán.
“A lo mejor ellos vienen mañana o antes del dos de noviembre. Yo vengo hoy porque, aunque estoy jubilado tengo unas actividades de un negocio que tengo que atender y como cae en jueves ya no alcanzo por eso me adelante con las flores”.
El profesor Jesús Jiménez cargó con un bidón de agua para limpiar la cripta familiar, y dejó crisantemos, guirnalda y claveles.
Así como Jesús, este domingo decenas de personas se adelantaron a visitar a sus santos difuntos, limpian la tumba o cripta, dejan ramos florales por motivo de que el día tradicional mexicano de visitar a quienes dejaron el mundo terrenal cae en día laborables y escolar.
Mientras que las familias se movilizan para acercarse a la cripta familiar, las y los vendedores de servicios funerarios se apresuran a abordarlos con el fin de que comiencen a pagar con “comodidad” mensualidades un servicio funerario.
El Panteón de Mezquitán luce limpio. Sin embargo, cada vez aumenta el número de tumbas acordonadas por el deterioro de estas, cuarteadas, sin tapas o con techos húmedos, muros agrietados y cruces sin el nazareno.