La educación con un jalón de oreja, una palmada, la chancla voladora o el castigo sin jugar en Jalisco ya será sancionado y la entidad se sumará a otros estados en donde se castigará hasta con cinco años de prisión a los padres que utilicen estos métodos correctivos.
Conocida como la Ley Antinalgadas, aprobada a nivel federal el año pasado, en la entidad se replica esta legislación como una manera de encontrar nuevas formas de educar a los hijos y terminar con las prácticas ancestrales para llevar por el buen camino a sus descendientes.
“Poder dejar de lado estas prácticas que son la antesala a los peores abusos y me da la impresión sino que es una decisión muy importante que abre un debate relevante y que mismo lugar en el Congreso a tomar una decisión a favor de los derechos de los niños y las niñas a estar en un entorno sin violencia y por consecuencia obliga a los padres a ponerse al día para poder evitar, poder orientar las conductas de sus hijos de una manera adecuada", explicó el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Salvador Caro Cabrera.
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Al cuestionarlo sobre qué tiene de novedoso o diferente a lo que se sanciona en la Ley de Protección a niños, niñas y adolescentes, ya que la violencia intrafamiliar o maltrato infantil ahí se sanciona también, el legislador se dio media vuelta y ya no abundó.
Sin embargo, se contemplan una serie de elementos que se sancionan de forma penal pero esta reforma “lo lleva a otro nivel y lo lleva completamente en referencia al castigo, el poder castigar con una conducta con violencia es una modificación cualitativa de gran impacto en el Código Penal de gran importancia para los menores, pero sobre todo de gran impacto para sus derechos y sobre todo para que los padres tengan una perspectiva diferente en la forma de educarse a sus hijos”.
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Desde su punto de vista esta norma será de gran trascendencia y de gran impacto al impulsar una educación positiva ya que obliga a los padres de familia a darse un tiempo para tener contacto con sus hijos y poder estimular las conductas que les permitan un buen desarrollo y buena convivencia.
Es un llamado de atención a toda la sociedad para generar nuevas formas de cómo educar y corregir a nuestros hijos y aseguró que esta propuesta es totalmente distinta porque la intención es influir en el ámbito familiar y preservar los derechos de los menores en cuanto a su integridad física. La iniciativa del Ejecutivo Estatal fue turnada a comisiones.