El empresario Rubén Masayi González Uyeda considera prácticamente imposible dejar de producir envases de plástico para la venta de leche y regresar a los de vidrio ya que eso implicaría elevar los costos de producción, transporte y conservación y a final de cuentas el cliente final es que pagaría todo ese proceso.
Tras de que se aprobó en el Congreso prohibir el uso de plástico en las industrias, sobre todo para producir bolsas y popotes, Masayi González indicó que “hay que entender bien, no es un tema que nos apasionemos por un lado o por el otro, hay que darle la justa medida, ir a los extremos es negativo”.
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En ese sentido explicó que “el uso de cristal desechable y el retornable consume unas cantidades de agua impresionantes, muy grandes, el cristal que no es retornable pasa a los centros de reciclado, lo convierten en artesanías y demás, por eso tratamos de tener un envase de cristal que reusable, dé varias vueltas para nosotros y sea rentable”.
Indicó que la venta de leche tiene para ellos "un margen de ganancia muy bajo” y lo que buscan con esos envases de plástico es que la sociedad también tenga un beneficio en todo este proceso.
Recordó que en los tiempos en los que se usó el vidrio, hace más de 30 años, generó una serie de inconvenientes ya que en esa época cotidianamente se enviaba a los menores de edad a las tiendas para comprar la leche, entonces “los accidentes que se generaban eran altos”.
Pero ya hablando en el impacto como empresarios es necesario considerar “la movilidad, energía, contaminación, un camión cargado con botellas de cristal, aunque sean vacías, ya lleva un gran peso, por mucho, superior a los envases de plástico, entonces ahí estamos consumiendo de entrada mucha energía y esto nos limita en los costos llegar a más kilómetros, o puedes llegar pero tienes que bajarle la calidad al producto”.
Rubén González indicó que para no caer en esa baja calidad del producto es que se buscó un envase más ligero, generado por ellos mismos para poder surtir al mercado en tiempo y forma porque “el envase de cristal en la década de los 90, ya era difícil que nos lo proveyeran, se escaseó, entonces en este momento como estaríamos”.
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Sobre la prohibición del uso de los plásticos indicó que ellos deben de adaptarse a las condiciones pero el costo siempre lo llevará el consumidor final porque “se van a alterar los costos, si llevas el mismo número de litro en un camión con envases de vidrio vas a llevar más tonelaje, vas a gastar más energía, se va a generar más contaminación, será menor la distancia con esa calidad porque debe existir un retorno de la inversión, la utilidad, sino entonces de qué vives”.
Agregó que todos los envases de polietileno y pet que se usa en la industria lechera es altamente codiciado para el reciclaje, pero la intención es encontrar el justo medio de la situación para que se beneficie a la sociedadEn el caso del producto elaborad con pet al ser reciclado se producen fibras textiles y de mucho mayor calidad que otras que se tienen en el mercado.
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* Utilizar envases de vidrio en la industria lechera incrementaría considerablemente el precio al consumidor final ya que implica un mayor peso para las unidades y mayor inversión, así como consumo de grandes cantidades de aguapara su lavado y esterilización.
Desde finales del siglo pasado ya era escasa la producción de botellas de vidrio para la venta de leche y casi nadie la podía surtir.