Responde el delegado de la SCT Centro a las dudas del gobernador electo Enrique Alfaro y asegura que las pruebas al Tren Ligero en su Línea 3 son para detectar irregularidades, como las que se hallaron, que no son graves, pero que tendrían que ser corregidas a los seis años con el desgaste del neopreno, y que se tendrán que solucionar ahora sin necesidad de derrumbar o remover piezas.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no vendrá a inaugurarlo, sino a dar el arranque a las pruebas a todo lo largo de la Línea 3, se aclaró.
Una grúa levanta la estructura y entonces se coloca el neopreno, sin necesidad de retirar vías, ni red ni tendido eléctrico. Las maniobras durarán tres meses y el tren operará en seis meses más, dijo a EL OCCIDENTAL el delegado de la SCT Centro, Salvador Fernández Ayala.
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“Durante las pruebas de inspección para la operación de la Línea 3 del Tren Ligero, que precisamente para eso son para cerciorarse del buen funcionamiento de todas y cada una de las partes que componen este gran proyecto, ahí se identificó a esas placas de neopreno, localizadas entre la pila de apoyo y las trabes, que sirven para amortiguar el peso de los trenes”, explicó.
“No es que haya una falla en las placas, lo que pasó es que inspectores tienen dudas en cuanto a comportamiento de material y se concluyó que no cumplían con las especificaciones de calidad”, detalló el delegado de la SCT.
Dijo que en neopreno tiene una vida útil de diez años y en cambio éstas se tendrían que sustituir en cinco o seis años, así se hace con los puentes, en los últimos años más de 100 puentes carreteros fueron objeto de este tipo de mantenimiento. “No es nada grave, pero si se tiene que atender”, agregó.
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Son 700 piezas, de las cuáles se han reinstalado 30 nuevas.”Simplemente una grúa se instala debajo del viaducto, en una pila, entran varios trabajadores con un gato hidráulico y levantan cinco milímetros para retirar la placa de neopreno e instalar la nueva; esto se hará en tres meses dentro del período de seis meses que estamos estimando que lleve la certificación y la seguridad que esperamos lleve este período de inspección”.
El costo, comentó, que “será con cargo a la empresa y no afecta al costo total de la obra; es a cuenta de las empresas contratistas, ellos tienen las garantías de calidad y van a sustituirlas, eso no le va a costar un peso a la SCT”.
Fernández Ayala refirió que se tuvo una duda en el comportamiento del material, al paso de los trenes, y decidió retirarse, pero asegura que no hay fallas ni placas tronadas. Insistió en que “se les pudo haber dejado, pero en vez de cambiarlas a los diez años, se les tendría que sustituir a los cinco y seis años, de eso se trata de que la empresa de un certificado de seguridad al final, para garantizar que el tren será seguro y confiable cuando se ponga en uso comercial”.
Explicó que son 700 placas y no fueron probadas una a una, se hizo un muestreo aleatorio, algunas cumplieron especificación y es por ello que ya instaladas se detectó que deben de ser cambiadas al 100%. “Falló una, pero la decisión es que se cambie en todas las situadas en donde el tren va por un paso elevado”, agregó.