"¿Cuándo fue la última vez que les contaron un cuento?", con esta pregunta arrancó Ramayana y Mahabharata para niños, una actividad que se llevó a cabo esta tarde en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL) en la que la que se vivió un poco de uno de los textos más emblemáticos de la cultura hindú, a voz de la cuentacuentos, Priscila Trejo.

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A propósito de que la India es el país invitado de esta edición de la FIL, en el pabellón dedicado al gigante asiático, la cuenta cuentos, Priscila Trejo, narró uno de los grandes clásicos de la literatura hindú ante pequeños y grandes, El Ramayana.

Embelasados, todos por igual disfrutaron de una historia de la India antigua que no sólo habla sobre el amor, la lealtad y la amistad, sino de valores que han marcado a una cultura durante años.

Priscila Trejo, quien ha tenido la oportunidad de narrar la historia en diferentes lugares y ante variados públicos, habló del placer que le provoca llevar de una manera diferente una historia revestida de múltiples elementos que no hacen más que darle mayor significado a un texto rico culturalmente hablando.

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"Es una historia que le gusta a todos, a niños y a adultos. A mí me encanta porque tiene mucha magia, salen los animales, nos enseñan muchos valores. Es una historia muy profunda, toca los corazones de todas las personas no sólo en la India sino en todo el mundo. Estos cuentos tocan el ritmo de la vida cotidiana en India".

Dijo que desde 2014 ha narrado este cuento, el cual llevó seis meses adaptar para lograr un producto que no fuera tan extenso, pero sin que perdiera la esencia misma del texto.

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"Fue difícil de adaptar porque es muy largo, entonces tuve que ser muy selectiva en las partes que iba a contar, porque yo me di cuenta que en los textos de adaptaciones para niños que la gran mayoría se queda en la batalla, Rama ganó, recuperó a la princesa y regresó a ser rey y punto, pero esa historia continúa, y a los niños les encanta, pues cuando les preguntas de qué trató, te dicen toda la historia".

Si bien admitió que conforme han pasado los años ha adaptado la narración para hacerla más completa, sí se dijo feliz porque en general tanto chicos como grandes disfrutan de igual manera el relato.