El pan de muerto, una tradición que perdura

Para cumplir con la tradición, diversas panaderías y restaurantes de la ciudad pusieron a la venta el pan de muerto, que todavía este 2 de noviembre, Día de Muertos, se comercializa “como pan caliente”, explicó Ofelia, encargada de una pequeña panadería por la calle Santa Mónica, a unas cuadras del templo de La Merced, donde la pieza de pan se vende en 7 pesos.

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Desde hace poco más de una semana, en dicha panadería, así como en la mayoría de establecimientos dedicados a la venta de pan, comenzaron a vender el tradicional pan de muerto para los altares y ofrendas que se montan para los difuntos, en algunos casos hasta en 10 pesos la pieza, como se pudo constatar en diversos puestos instalados en el Parque Morelos, donde año con año se establece por estas fechas la Feria del Cartón, donde se ofrecen diversos artículos para elaboración de altares y por supuesto, pan.

Sin embargo, aunque sus principales consumidores son estudiantes que este viernes no tuvieron clases y los altares de muerto en las escuelas ya se montaron desde los primeros días de la semana, el pan de muerto sigue consumiéndose el 2, 3 y hasta 4 de noviembre y por eso en distintos establecimientos aún lo ofertan, principalmente en tamaño familiar, en algunos casos incluso rellenos de chabacano o almendra.